¿Qué es deflactar? ¿Qué efectos tiene en mi estrategia de inversión?

Este año 2022, que está a las puertas de concluir, será recordado en términos económicos como el año en el que se acabaron las políticas fiscales expansivas con una subida en Europa y Estados Unidos sin precedentes de los tipos de interés como consecuencia de un aumento récord de la inflación (el aumento de los precios de los bienes y servicios), escenarios no vistos en décadas en las economías occidentales.

La subida generalizada del índice de los precios de consumo (IPC) la han notado en sus bolsillos los consumidores de forma generalizada, sin importar su posición económica, ya que una alta inflación implica una pérdida de poder adquisitivo.

Ante escenarios económicos inflacionarios, los bancos centrales, así como los gobiernos de los países afectados ponen en marcha políticas fiscales para intentar contener y frenar la subida de los precios y garantizar el poder adquisitivo de los consumidores, lo que se conoce como policías fiscales restrictivas.

La más frecuente y analizada es las subida de los tipos de interés, lo que limita la capacidad de endeudamiento de familias y empresas y aumenta su gastos, perdiendo aún más capacidad adquisitiva. Así, frenando la economía bruscamente, se pretende contener la subida de los precios. La reducción del gasto público y la inversión, y la subida de los impuestos también son medidas fiscales recurrentes en escenarios inflacionarios.

Existen otras medidas fiscales cuyo objetivo es intentar frenar la pérdida de poder adquisitivo de las familias ajustando los tramos del IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) acorde a la inflación, así, si un asalariado recibe un aumento de salario, lo que implicaría mayores carga fiscal, no le haga perder poder adquisitivo. A esta medida se llama deflactar el IRPF.

A lo largo del presente artículo analizaremos y profundizaremos sobre el término económico deflactar, sus implicaciones sobre el IRPF y la capacidad adquisitiva del consumidor, y compararemos las diferentes estrategias de inversión en escenarios de inflación y posible recesión económica.

Uno de los principales objetivos de la economía es comparar el desempeño económico de una región, compañía o familia a lo largo del tiempo, con el fin de conocer si su situación mejora, se mantiene o empeora y tomar decisiones y medidas económicas que puedan optimizar su situación.

Sin embargo, no es una tarea tan sencilla como comparar sus ingresos de un periodo a otro ya que los fenómenos económicos como la inflación o la deflación (bajada generalizada de los precios) enmascaran las ganancias económicas reales. Esta fluctuación de los precios de los bienes dificulta la comparación de los precios actuales con los precios históricos. Para evitar este problema, los economistas usan el deflactor.

Un deflactor es una cifra que expresa el cambio en los precios durante un período de tiempo para un producto o una cesta de productos o indicador económico como el producto interior bruto (PIB), y se utiliza para "desinflar" o "inflar" (ajuste de precio) su valor, eliminando las subidas o bajadas de precio y dejando únicamente las variaciones de volumen. 

Un deflactor compara un período de referencia con un período base y puede expresarse como un índice o como un cambio porcentual. Un valor que ha sido ajustado por medio de un deflactor se llama deflactado.

Para deflactar se debe seleccionar un año base con el que se compararán todos los demás años. Por ejemplo, cuando se analiza el IPC, se compara siempre con el año base y, el cambio porcentual en la medida del IPC es la tasa de inflación.

Ejemplo:

Supongamos que un país X produjo 10 millones de euros en bienes y servicios en el año 1. En el año 2, el PIB aumentó a 12 millones. Si no tuviéramos en consideración el aumento de los precios supondríamos que la producción total creció un 20% del año 1 al 2. Sin embargo, como los precios aumentarón un 10% del año uno al dos, la cifra del PIB de 12 millones no es del todo correcta.

Cuando normalizamos, considerando el impacto de la inflación, vemos que la economía creció un 10% del año uno al dos. La medida del PIB que tiene en cuenta la inflación se denomina PIB real. Entonces, en el ejemplo anterior, el PIB nominal para el año dos sería de $12 millones, mientras que el PIB real sería de $11 millones.

El deflactor de precios del PIB ayuda a medir los cambios en los precios al comparar el PIB nominal con el real durante varios períodos.

El deflactor se utiliza frecuentemente en economía para comparar variables económicas a lo largo del tiempo como el producto interior bruto (PIB), las ventas o resultados de una compañía o el salario de los trabajadores.

Cualquiera que siga la actualidad económica en España habrá oído hablar a los políticos nacionales y regionales debatir sobre una medida fiscal llamada deflactar el IRPF con el objetivo de mantener la capacidad adquisitiva de los contribuyentes en el escenario actual de elevada inflación que, a noviembre de 2022 se encontraba en España en el 6,8%¹.

Deflactar el impuesto sobre la renta de las personas físicas se refiere a reducir el monto del impuesto sobre la renta que los contribuyentes deben pagar. Esto se puede lograr mediante la reducción de las tasas impositivas, el aumento de la cantidad de ingresos que están exentos de impuestos o la concesión de créditos o deducciones fiscales que reduzcan la cantidad de impuestos que deben las personas.

En el caso del debate en España, la medida fiscal aboga por tener en cuenta el aumentos de ingresos nominales y la inflación en los tramos impositivos progresivos del IRPF España para garantizar que el contribuyente no pierda poder adquisitivo.

¿Qué es el IRPF?

La deflactación del IRPF pretende adaptar los tramos de tributación del IRPF al nuevo escenario de inflación. El objetivo de esta medida es que a los contribuyentes que les aumenten el salario, o, sin cambiar de tramo tributen más porque hay mayor renta gravándose a un tipo más alto, no pierdan poder adquisitivo.

Este ajuste puede realizarse respecto al IPC (índice de precios del consumo) o con respecto el aumento de la remuneración de los contribuyentes. Esta medida no es considerada una bajada de impuestos, y el contribuyente tan solo notará sus efectos cuando realice la declaración de la renta.

En Estados Unidos, se deflacta el IRPF anualmente², al igual que Francia y los países nórdicos en Europa², y en Alemania se hace cada dos años. En España, no se realiza este ajuste anualmente, a nivel nacional no se hace desde 2008.

En la actualidad diversas comunidades autónomas españolas han anunciado que adoptarán esta medida en el próximo ejercicio fiscal, sin embargo, el gobierno central no ha anunciado la adopción de esta medida. En España, el IRPF tiene una base autonómica y otra nacional, por lo que si solo se aplica a nivel autonómico sus efectos serán reducidos.

Los defensores de esta medida fiscal argumentan que es una forma de garantizar que los contribuyentes no pierdan poder adquisitivo a consecuencia de la inflación, ayudando a las familias a hacer frente a sus gastos en escenarios de elevados precios.

Sin embargo, sus detractores aseguran que es una medida que genera desigualdad ya que, son las rentas más altas las que mayores beneficios fiscales reciben por la progresividad del impuesto del IRPF. Además, afirman que una pérdida de poder adquisitivo frena la demanda y controla el IPC, mientras que recuperar el poder adquisitivo puede aumentar la demanda y con ello los precios.

Los detractores también argumentan que los recortes de impuestos pueden conducir a una reducción de los ingresos del gobierno, lo que puede frenar o dificultar la financiación de los servicios públicos como la educación o la sanidad.

La inflación y las políticas fiscales restrictivas pueden afectar los rendimientos financieros de los diversos activos financieros de forma diferente. Sin embargo, si se deflacta el IRPF podría aumentar los ingresos disponibles de los inversionistas, lo que podría conducir a una mayor demanda de inversiones.

Algunas estrategias validas que los inversores pueden considerar cuando se enfrentan a una alta inflación incluyen:

?Inviertir en activos que históricamente han generado rentabilidades positivas a largo plazo durante períodos de alta inflación: estos incluyen activos como acciones, bienes inmobiliario o materias primas. Estos activos pueden beneficiarse de la inflación porque tienden a aumentar su valor a medida que aumentan los precios.

?Inviertir en activos de bajo riesgo: estos incluyen activos como los valores del Tesoro y los bonos, que están respaldados por los gobiernos de los países emisores y están diseñados para proporcionar un rendimientos que se ajusten a la inflación.

?Diversificar la cartera: la inflación puede afectar de forma dispar a los diferentes activos, por lo que es importante diversificar la cartera para incluir una combinación de activos que puedan funcionar bien en diferentes condiciones de mercado y disminuir el riesgo.

?Como mencionábamos anteriormente, hay que considerar el impacto potencial de los impuestos en la capacidad adquisitiva: Considerar el impacto potencial de los impuestos en las inversiones, ya que los beneficios obtenidos de inversiones tributan en el IRPF.

Es importante tener en cuenta que ninguna inversión está libre de riesgos y que el valor de las inversiones fluctua.

A continuación, detallaremos las especificaciones de diferentes tipos de activos en el contexto actual:

Invertir en materias primas

El oro puede ser una buena inversión en tiempos de inflación y altos tipos de interés, ya que tradicionalmente se ha considerado una refugio en condiciones económicas adversas.

Cuando la inflación es alta y el valor del dinero disminuye, el oro puede conservar su valor o incluso aumentarlo, ya que no está vinculado a la economía o moneda de ningún país. Así, cuando los tipos de interés son altos, los inversores pueden recurrir al oro como una inversión alternativa que no genera intereses como los bonos del estado (aumentado el IRPF), pero tiene el potencial de aumentar el precio a largo plazo.

Dicho esto, no hay garantías cuando se trata de invertir en oro o cualquier otro activo, ya que el precio del oro puede fluctuar significativamente con el tiempo. Históricamente, y a largo plazo el oro siempre ha aumentado su valor, pero en escenarios de corto y medio plazo puede ser muy volátil.

Invertir en acciones

La inflación y los altos tipos de interés en general, son negativo para el mercado de valores, ya que reducen el poder adquisitivo de los inversores y encarece considerablemente el coste para las empresas de pedir dinero prestado para financiar operaciones o planes de expansión. Esto suele traducirse en menores ganancias y precios de acciones más bajos. Escenario que hemos vivido en este concluido 2022.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el mercado de valores está compuesto por muchas empresas diferentes, y el rendimiento de las acciones individuales puede variar significativamente. Algunas empresas pueden ser más resistentes a la inflación y las altas tasas de interés que otras, e incluso pueden beneficiarse de estas condiciones económicas adversas.

Por ejemplo, las empresas que producen bienes o servicios que tienen una gran demanda en tiempos de incertidumbre, o que cubren necesidades básicas pueden tener buenos resultados, mientras que las que son más sensibles a las condiciones económicas pueden enfrentarse a grandes dificultades. Lo hemos comprobado este año, donde las empresas energéticas han hecho beneficios récord, mientras que sectores como el tecnológico se han hundido.

Sin embargo, el mercado de valores puede ser una buena inversión durante una recesión para el inversor con liquidez y objetivos a largo plazo. Aun siendo un momento volátil y de elevado riesgo para invertir, las recesiones generalmente se caracterizan por una disminución en el precio de las acciones, lo que puede ser una oportunidad para comprar acciones a bajo precio, ya que el mercado de valores se ha recuperado históricamente y ha crecido a largo plazo, incluso después de experimentar grandes caídas a corto plazo.

Invertir en forex

El mercado de divisas, o forex, puede ser una inversión interesante en épocas de alta inflación, ya que los tipos de cambio de divisas pueden verse afectados por cambios en los niveles de inflación y subidas de los tipos de interés.

En general, una alta inflación puede conducir a una depreciación en el valor de la moneda de un país, a medida que disminuye el poder adquisitivo de la moneda. Esto puede hacer que sea un momento atractivo para comprar divisas extranjeras, ya que pueden apreciar su valor en relación con la moneda nacional.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el mercado de divisas es altamente volátil y de alto riesgo, especialmente para inversores sin experiencia. Los tipos de cambio pueden fluctuar significativamente en respuesta a una variedad de factores, incluidas las condiciones económicas, los acontecimientos políticos y el sentimiento del mercado.

Además, el mercado de divisas está sujeto al apalancamiento, lo que significa que los inversores pueden ganar o perder grandes sumas de dinero con inversiones iniciales relativamente pequeñas.

Deflactar el impuesto sobre la renta personal puede tener varios impactos en las inversiones, según los detalles específicos de la reducción de impuestos y la naturaleza de las inversiones en cuestión. Algunos impactos potenciales de deflactar el impuesto sobre la renta personal en las inversiones podrían incluir:

Mayor demanda de inversiones: un recorte de impuestos podría dejar a las personas con más ingresos disponibles, lo que podría conducir a una mayor demanda de inversiones. Esto podría ser especialmente cierto para las inversiones que generan ingresos, como acciones o bienes raíces, ya que el rendimiento después de impuestos de estas inversiones sería mayor.

Mayor inversión en ciertos sectores: una reducción de impuestos podría conducir a una mayor inversión en ciertos sectores, dependiendo de cómo esté estructurada la reducción de impuestos. Por ejemplo, si la reducción de impuestos incluye incentivos para ciertos tipos de inversiones, como energía verde o tecnología, es más probable que los inversionistas asignen sus fondos a estos sectores.

Por último, es importante destacar que los beneficios económicos de deflactar el IRPF para una persona media no son muy elevados, ahorrándose de media tan solo unos cientos de euros, por lo que considerar que está medida exclusivamente pueda afectar significativamente en los niveles de inversión de un país es bastante improbable.

Referencias

1 https://datosmacro.expansion.com/ipc-paises/espana (Consultado el 28 de diciembre de 2022)

2 https://nadaesgratis.es/miguel-almunia/pros-y-contras-de-ajustar-el-irpf-con-la-inflacion (Consultado el 28 de diciembre de 2022)