¿Qué son los derivados financieros y para qué se utilizan?
Después de pasar varios meses invirtiendo de manera tradicional –mediante simples operaciones de compra y venta de acciones, criptomonedas o materias primas, por ejemplo–, son muchos los inversores que deciden dar un paso adelante y explorar instrumentos potencialmente más rentables. Aquí es donde los derivados financieros entran en juego.
Con posibilidades de generar mayores beneficios que las operaciones normales, y con un gran potencial para servir como coberturas para otras operaciones, los derivados financieros permiten a los inversores diversificar todavía más sus portafolios, limitar sus pérdidas, y acceder a oportunidades de inversión con una rentabilidad extraordinaria.
Entender los derivados financieros puede abrirte un sinfín de posibilidades en el ámbito financiero, y por eso hemos preparado esta breve guía para ti.
¿Qué son los derivados financieros?
Los derivados son instrumentos financieros cuyo valor toma como referencia el precio de un activo, pero no pasa necesariamente por su compra o venta directa. Es decir, son instrumentos financieros que solo pueden existir gracias a la mediación de un bróker, que pone su propio capital como garantía para que puedas generar beneficios con tus operaciones de trading.
Los derivados tienen una naturaleza más especulativa que las operaciones de compra y venta tradicionales, y presentan ventajas que éstas no tienen. Generalmente, los traders invierten en derivados porque tienen menores comisiones –por ejemplo en el caso de los CFD–, ofrecen mayores beneficios potenciales –en el caso de los futuros– o permiten compensar mejor los riesgos de una operación, por ejemplo en el caso de las opciones.
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Activos donde se puede invertir con derivados financieros
Como ocurre con las operaciones de trading tradicionales, los derivados financieros te permiten invertir en los principales activos disponibles en las plataformas de trading: acciones, forex, materias primas y criptodivisas.
Derivados de acciones
Las opciones y futuros de acciones son especialmente interesantes si tienes pleno conocimiento sobre el desarrollo de las operaciones de una empresa. Se suele invertir en estos derivados en torno a los periodos de emisión de dividendos de una compañía, en anticipación al lanzamiento de nuevos productos, o en previsión de un aumento de la demanda en los sectores donde operan.
Acciones calientes: Advanced Micro Devices (AMD)
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Derivados de forex
Los conocimientos geopolíticos y macroeconómicos son especialmente importantes en los derivados de forex. En este sentido, es muy habitual que los inversores opten por anticipar los movimientos alcistas o bajistas de una divisa en función del contexto global, y apuesten por ellos en operaciones de futuros o a través de opciones. Además, por supuesto, también puedes usar este tipo de derivados para proteger tus posiciones en el mercado de divisas.
Forex calientes: EUR/GBP
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Derivados de materias primas
Lo mismo ocurre con los derivados de materias primas, donde destacan sobre todo los futuros y las opciones del petróleo y el gas natural. Las fluctuaciones entre la oferta y la demanda de hidrocarburos pueden generar enormes variaciones en sus precios. Si se tienen en cuenta estas variaciones de forma adecuada, es posible obtener enormes ganancias invirtiendo en futuros u opciones, aunque siempre es necesario considerar bien los riesgos.
Materias primas calientes: Oro
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Derivados de criptomonedas
Las criptomonedas son el activo que se ha incorporado más recientemente a los mercados, y, como no podía ser de otro modo, también existen derivados que permiten invertir en ellas de forma especulativa. Se puede invertir en futuros de criptomonedas en previsión de una posible bull run, como también es posible invertir en opciones para proteger nuestras posiciones en el mercado de criptodivisas frente a fluctuaciones inesperadas.
Materias primas calientes: SHIBUSD
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Principales tipos de derivados financieros y ejemplos
Los tres derivados financieros más populares son los futuros, las opciones, los CFDs y los swaps. Sin embargo, los swaps están más bien restringidos al ámbito institucional, así que los inversores particulares solo necesitan dominar los CFDs, los futuros y las opciones.
(1) CFDs
Los CFDs son derivados financieros, aunque muchas veces no los consideremos como tales. Operan de manera muy parecida a las operaciones de compra o venta de activos tradicionales, con lo que resulta fácil confundirlos con operaciones no-derivadas.
Sin embargo, al ser contratos y no compras reales, tienen comisiones más reducidas y son más ágiles. En la mayoría de plataformas de trading, tus operaciones de compra-venta serán mediante CFDs.
✔ Ejemplo de trading con CFDs. Abres una posición de compra de Bitcoin cuando su precio está en 30.000 dólares por Bitcoin. La mantienes abierta hasta que su precio aumenta a 35.000 dólares, y entonces la cierras. Tu bróker te pagará entonces 35.000 dólares por Bitcoin, generando un beneficio de 5.000 dólares por Bitcoin. |
Como broker internacional de plataformas de CFDs, Mitrade se compromete a proporcionar un entorno de negociación seguro, estable y competitivo.
Mitrade supervisa de cerca los niveles de margen y los ratios de apalancamiento y ofrece herramientas técnicas avanzadas, como alertas de margen en tiempo real y trailing stops. Estas herramientas ayudan a los operadores a gestionar eficazmente el riesgo, ajustar el tamaño de las posiciones en el momento oportuno y evitar déficits de margen que podrían dar lugar a una liquidación forzosa.
(2) Futuros
En estos derivados, la parte compradora acuerda adquirir un activo en una fecha determinada, a un precio específico. Al invertir en futuros, tienes la obligación de adquirir el activo en esa fecha y a ese precio, lo que puede resultar en grandes ganancias si el precio del activo sube más de lo esperado, o puede derivar en pérdidas si el precio no aumenta lo suficiente.
Al invertir en futuros, haces una apuesta sobre el precio de un activo a varias semanas o varios meses vista. Si prevés que el precio subirá de forma considerable, puedes acordar su compra a un precio bastante inferior mediante estos contratos. El precio será más competitivo cuanto más lejana esté la fecha de compra del activo, pero el riesgo también será mayor, ya que las variaciones del precio serán más difíciles de prever.
✔ Ejemplo de trading de futuros. Acuerdas comprar acciones de Microsoft a un precio de 300 dólares dentro de tres meses. Si el precio en ese momento es de 320 dólares, habrás obtenido un beneficio de 20 dólares por acción. Pero, si el precio es de 250 dólares, habrás pagado 50 dólares de más por acción. |
(3) Opciones
Las opciones funcionan de manera parecida a los futuros, pero son más flexibles. En los futuros, firmas una obligación de compra que debes completar sí o sí cuando llegue la fecha acordada. En las opciones, en cambio, firmas un acuerdo que te da la opción de comprar o no un activo a un precio determinado en una fecha específica. Esta opción se asegura con un depósito que deberás dejar en garantía al firmarla, y que perderás si decides no ejecutarla.
A grandes rasgos, tienes dos tipos de opciones: de compra y de venta.
Opciones de compra (Calls)
Las opciones de compra se conocen como 'calls', y funcionan como acabamos de explicar. En estas opciones, acuerdas la posibilidad de comprar un activo a un precio específico y en una fecha determinada. Para ganar dinero con ellas, debes acordar una opción cuyo precio de compra estipulado sea inferior al precio que tendrá el activo en la fecha acordada.
✔ Ejemplo de trading de calls. Acuerdas la posibilidad de comprar acciones de Apple a 180 dólares por acción dentro de 3 meses. Si el precio en ese momento es de 200 dólares, ejecutas la opción y generas un beneficio de 20 dólares por acción. Pero, si el precio es de 150 dólares, puedes renunciar a su compra a cambio de una prima. |
Opciones de venta (Puts)
A la inversa, también puedes firmar opciones de venta. Estas opciones funcionan mediante una dinámica similar al ‘shorting’, donde pagarás por la posibilidad de ‘vender’ un activo a un precio específico en una fecha determinada. Si el precio del activo es inferior al precio acordado llegado el momento de completar la operación, habrás generado una ganancia.
✔ Ejemplo de trading de puts. Acuerdas la posibilidad de vender acciones del Santander a 3 euros por acción dentro de 3 meses. Si el precio en ese momento es de 2,5 euros pro acción, habrás generado un beneficio de 0,5 euros por acción. Pero, si el precio es de 3,5 euros por acción, puedes renunciar a la venta a cambio de una prima. |
(4) Swaps
En última instancia tienes los swaps, si bien estos instrumentos no suelen estar al alcance de los inversores particulares. Los swaps suelen ser intercambios de flujo de efectivo que equilibran los riesgos entre dos operaciones financieras diferentes de dos empresas distintas. Suelen emplearse para reducir los riesgos de las tasas de interés variables, evitando así que las operaciones incurran en pérdidas excesivas si estas tasas de interés fluctúan.
✔ Ejemplo de swap. El Santander y el BBVA intercambian tasas de interés de sus respectivos créditos. El crédito del Santander tiene una tasa de interés variable, y el del BBVA tiene una tasa de interés fija. Esto permite al BBVA disfrutar de una tasa de interés más competitiva, y al Santander reducir el riesgo de su tasa de interés. |
Ventajas y desventajas de los derivados financieros
Los derivados financieros son especialmente útiles para invertir con fines especulativos, sobre todo en el caso de los futuros y las opciones. Los swaps, en cambio, tienen un propósito diferente y buscan más bien estabilizar los riesgos de otras operaciones.
Para los inversores particulares, sin embargo, los derivados financieros más frecuentes son las opciones y los futuros, con lo que sus ventajas se asocian a sus beneficios potenciales.
Ventajas | Desventajas |
✔ Tienen grandes beneficios potenciales. ✔ Permiten proteger la posición con un coste reducido (en el caso de las opciones). ✔ Tienen comisiones reducidas. | ✖ Su riesgo es mayor (en el caso de los futuros). ✖ Son más complejos que el trading tradicional. |
Estrategias para invertir en derivados financieros
Las inversiones en derivados financieros suelen ejecutarse en paralelo con inversiones tradicionales de compra o venta de activos.
Por ejemplo, puedes crear operaciones de futuros para vender un activo que ya tienes a un precio determinado. De este modo, el activo si el precio del activo sube, obtendrás beneficios por tu operación de compra original, mientras que, si el precio del activo baja, al menos recibirás el precio acordado en la venta de futuros.
Las opciones se pueden utilizar de la misma manera, y en ambos sentidos. De esta forma, si el mercado evoluciona favorablemente, puedes obtener beneficios generosos con tus operaciones de compra o venta, y, si no, solo perderás la prima de la opción.
Al contraponer estas operaciones a las operaciones de compra o venta de tu portafolio, tendrás un ‘seguro’ efectivo frente a posibles variaciones de precios inesperadas.
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Consejos para invertir en derivados
Como ves, los derivados son instrumentos que tienen un riesgo de volatilidad bastante elevado, y también son bastante complejos. Por eso, los derivados se consideran instrumentos avanzados en los que solo debe invertirse si se tiene un conocimiento exhaustivo de sus características y de los riesgos del mercado.
Algunos consejos para invertir en derivados de forma rentable son:
Usa los derivados como coberturas. Una manera habitual de invertir en derivados es hacerlo para respaldar operaciones de trading ya existentes. Si inviertes en un activo, puedes contratar una opción o un futuro en la dirección contraria para prevenir pérdidas si la operación no sale como esperabas.
Opta por derivados con riesgos reducidos. Los derivados más interesantes suelen ser las opciones, porque te dan la posibilidad de comprar un activo a un precio específico con un riesgo muy limitado: el de la prima de la opción. Los futuros pueden ofrecerte precios más competitivos, pero son obligaciones de compra con mucho mayor riesgo.
Considera las tendencias a largo plazo. Cuanto más lejos esté la fecha de la compra o venta que hayas acordado con tus derivados, más importancia tendrá el análisis fundamental en tu operación. Asegúrate de comprender bien las tendencias del mercado antes de invertir en futuros u opciones a medio o largo plazo.
Conclución
Si bien puede que no todos los inversores estén hechos para operar con derivados, lo cierto es que tanto los futuros como las opciones abren excelentes oportunidades para generar una rentabilidad aún mayor en los mercados financieros, sobre todo si se tiene una buena perspectiva a largo plazo sobre el recorrido potencial de un activo en específico.
Los futuros son el derivado financiero más agresivo, y nos permiten acordar precios más competitivos que las opciones, pero a cambio de asumir un riesgo mayor. Las opciones, en cambio, presentan beneficios potenciales más moderados, pero su riesgo es muy reducido gracias a que se limita tan solo a la pérdida de la prima acordada.
En ambos casos, los derivados son excelentes instrumentos para invertir en articulación con nuestras operaciones de compra y venta tradicionales. Son muchos los inversores que apuestan por los futuros y las opciones como inversiones de cobertura de sus operaciones principales, reduciendo así sus riesgos, y maximizando sus ganancias potenciales.
Descargo de Responsabilidad: Este artículo representa únicamente la opinión de su autor o autora, no se puede utilizar como consejo de inversión. El contenido del artículo es solo para referencia. Los lectores no deben tomar este artículo como una base de inversión. Antes de tomar cualquier decisión de inversión, por favor busque asesoramiento profesional independiente para asegurarse de que entiende los riesgos.
Los contratos por diferencias (CFD) son productos apalancados que pueden resultar en la pérdida de todo su capital. Estos productos no son adecuados para todos los clientes, por favor, invierta de manera rigurosa. Ver este archivo para obtener más información.
