El USD/MXN reaccionó a la baja desde máximos del 22 de abril en 19.7228, encontrando vendedores que arrastraron la paridad a mínimos de tres jornadas en 19.48. En estos momentos, el USD/MXN opera sobre 19.57, ganando un 0.35% en la jornada del lunes.
Con base en información proporcionada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la tasa de desempleo de México descendió a un 2.2% en marzo, en comparación del 2.5% de febrero, mejorando las previsiones del 2.4% de los analistas.
Por otro lado, el Índice del Dólar (DXY) retrocede un 0.41% en el día, llegando a mínimos no vistos desde el 23 de abril en 99.09.
La agenda económica considera la publicación del Producto Interno Bruto de México el miércoles 30 de abril, el cual registró un incremento de un 0.5% el mes anterior. De igual forma, se contempla el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal Subyacente, el Informe de empleo ADP y el PIB preliminar de Estados Unidos, el consenso del mercado prevé un crecimiento de un 0.4% en marzo, menor al 0.8% observado en febrero.
En este escenario, el Peso mexicano opera con pérdidas en terreno positivo, en tanto que el USD/MXN gana un 0.33%, cotizando en estos momentos sobre 19.56.
El USD/MXN reaccionó a la baja desde una resistencia de corto plazo dada por el máximo del 9 de abril en 21.08. Al sur, el soporte más cercano está en 19.38, mínimo del 18 de septiembre de 2024. La siguiente zona de soporte clave la observamos en 18.59, punto pivote del 16 de agosto de 2024.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.