El Ibex 35 se recupera este miércoles impulsado por la mejora de sentimiento del mercado tras el cambio de tono del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las relaciones con China y la confrontación con Jerome Powell, responsable de la Fed.
El índice español Ibex 35 sube a estas horas cerca de un 1% alrededor de los 13.135 puntos tras alcanzar en la apertura de la sesión europea su nivel máximo de 20 días en 13.205 puntos.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calmó a los mercados en la sesión americana del martes, cuando compareció en una rueda de prensa para asegurar que no despedirá al presidente de la Fed, Jerome Powell. "La prensa se precipita con las cosas. No, no tengo intención de despedirlo. Me gustaría verlo un poco más activo en cuanto a su idea de bajar las tasas de interés".
Por otra parte, Trump también señaló que las conversaciones con China van bien, añadiendo que cree que llegarán a un acuerdo, con aranceles que no serán del 145% pero tampoco del 0%.
La siderúrgica Arcelomittal encabeza las subidas en el Ibex 35 con una ganancia del 4.71% a estas horas, mientras Acerinox también registra un impulso del 2.56%.
Por su parte, los grandes bancos muestran aumentos superiores al 2%, con Unicaja ganando un 2.97%, mientras el BBVA suma un 2.76%, el Banco Sabadell un 2.55%, el Santander un 2.72% y Caixabank un 2.23%.
Al margen de la los bancos y las siderúrgicas, los aumentos principales están en Intl.C.Air Gp (+3.83%) y Puig Brands (+3.95%).
Una subida firme por encima de los 13.200 puntos apuntaría a 13.350, techo de abril alcanzado el pasado día 2 de este mes. Más arriba espera el máximo histórico alcanzado en marzo en 13.515.
En dirección sur, el primer soporte espera en el máximo de ayer martes, alrededor de 13.000/13.010 puntos. Por debajo, el suelo de la semana alcanzado ayer en los alrededores de 12.800 ejercerá de contención.
En el mundo de la jerga financiera, los dos términos "apetito por el riesgo (risk-on)" y "aversión al riesgo (risk-off)" hacen referencia al nivel de riesgo que los inversores están dispuestos a soportar durante el periodo de referencia. En un mercado "risk-on", los inversores son optimistas sobre el futuro y están más dispuestos a comprar activos de riesgo. En un mercado "risk-off", los inversores empiezan a "ir a lo seguro" porque están preocupados por el futuro y, por tanto, compran activos menos arriesgados que tienen más certeza de aportar una rentabilidad, aunque sea relativamente modesta.
Normalmente, durante los periodos de "apetito por el riesgo", los mercados bursátiles suben, y la mayoría de las materias primas -excepto el oro- también se revalorizan, ya que se benefician de unas perspectivas de crecimiento positivas. Las divisas de los países que son grandes exportadores de materias primas se fortalecen debido al aumento de la demanda, y las criptomonedas suben. En un mercado de "aversión al riesgo", los Bonos suben -especialmente los principales bonos del Estado-, el Oro brilla y las divisas refugio como el Yen japonés, el Franco suizo y el Dólar estadounidense se benefician.
El Dólar australiano (AUD), el Dólar canadiense (CAD), el Dólar neozelandés (NZD) y las divisas de menor importancia, como el Rublo (RUB) y el Rand sudafricano (ZAR), tienden a subir en los mercados en los que hay "apetito por el riesgo". Esto se debe a que las economías de estas divisas dependen en gran medida de las exportaciones de materias primas para su crecimiento, y éstas tienden a subir de precio durante los periodos de "apetito por el riesgo". Esto se debe a que los inversores prevén una mayor demanda de materias primas en el futuro debido al aumento de la actividad económica.
Las divisas principales que tienden a subir durante los periodos de "aversión al riesgo" son el Dólar estadounidense (USD), el Yen japonés (JPY) y el Franco suizo (CHF). El Dólar, porque es la moneda de reserva mundial y porque en tiempos de crisis los inversores compran deuda pública estadounidense, que se considera segura porque es poco probable que la mayor economía del mundo entre en suspensión de pagos. El Yen, por el aumento de la demanda de bonos del Estado japoneses, ya que una gran proporción está en manos de inversores nacionales que probablemente no se deshagan de ellos, ni siquiera en una crisis. El Franco suizo, porque la estricta legislación bancaria suiza ofrece a los inversores una mayor protección del capital.