El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo temprano el miércoles que el banco central japonés continuará aumentando las tasas de interés si los desarrollos económicos y de precios se mueven en línea con sus proyecciones, según Reuters.
La economía de Japón se está recuperando moderadamente, aunque con algunas debilidades.
Es probable que la economía de Japón continúe creciendo por encima de su potencial.
Se espera que la inflación subyacente se acelere gradualmente.
La incertidumbre en torno a la economía de Japón y los precios sigue siendo alta.
Se espera seguir aumentando las tasas de interés si la economía y los precios se mueven en línea con nuestras previsiones realizadas en el informe de perspectivas trimestrales.
El nivel de la tasa de interés real de Japón sigue siendo extremadamente bajo.
La reciente alta inflación se debe en gran medida al efecto rezagado de los aumentos pasados en los costos de importación y a la reciente aceleración en el aumento de los precios de los alimentos.
Esos factores de presión de costos probablemente se disipen gradualmente.
Es probable que la inflación subyacente converja gradualmente hacia nuestro objetivo del 2% incluso cuando desaparezca un impulso temporal de la inflación alimentaria.
Hay incertidumbre sobre si los precios de los alimentos y del arroz caerán, pero en términos interanuales, es probable que el ritmo de aumento se desacelere en el futuro.
La inflación subyacente sigue estando algo por debajo del 2%.
Aún no hemos logrado suficientemente nuestro objetivo de precios.
Al momento de la publicación, el par USD/CAD subía un 0.07% en el día a 150.15.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.