El Peso mexicano se mantuvo defensivo frente al Dólar estadounidense el viernes, alimentado por temores sobre las políticas comerciales que Estados Unidos (EE.UU.) implementó en medio de una semana ocupada en el espacio del banco central. Datos más débiles en México sugieren que la economía se está desacelerando más de lo esperado, de ahí la depreciación del Peso. El USD/MXN cotiza a 20.23, con un aumento del 0.45%.
Durante la semana, los datos económicos de México fueron mixtos tras la publicación de cifras de Demanda Agregada y Gasto Privado. La primera se expandió, pero el gasto se desplomó en el cuarto trimestre del año pasado. Una lectura preliminar de la actividad económica estima que la economía se contrajo en febrero, aumentando las probabilidades de que el Banco de México (Banxico) continúe relajando la política, aunque la inflación no haya alcanzado la meta del 3%.
La última encuesta de Expectativas de Citi México reveló un consenso unánime de que Banxico recortaría las tasas de interés en 50 puntos básicos (pb) en la reunión del 27 de marzo. La mayoría de los analistas revisaron a la baja la tasa de referencia primaria de México para 2025 y revisaron al alza las cifras de inflación general y subyacente.
Es de destacar que el Producto Interno Bruto (PIB) fue revisado a la baja, mientras que la tasa de cambio USD/MXN se ajustó ligeramente a la baja.
Al otro lado de la frontera, la agenda económica de EE.UU. permaneció vacía el viernes, pero los operadores continuaron digiriendo la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) del miércoles.
La declaración reveló que los responsables de la política ven la política como apropiada y sugirieron que enfriarán el ritmo de reducción del balance. El presidente de la Fed, Powell, dijo que no tienen prisa por recortar tasas y reconoció cierta incertidumbre sobre el futuro de la economía debido a los aranceles de EE.UU.
Otros funcionarios cruzaron las noticias el viernes, pero no lograron provocar una reacción en la tasa de cambio USD/MXN. El presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, dijo que la actual política monetaria moderadamente restrictiva es "totalmente apropiada", añadiendo que la incertidumbre dificulta saber cómo se comportará la economía.
El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, dijo que cuando hay mucha incertidumbre, hay que esperar a que las cosas se aclaren.
La próxima semana, la agenda económica de México incluirá las cifras de inflación de mediados de marzo, ventas minoristas, números de balanza comercial y la decisión sobre tasas de interés de Banxico. En EE.UU., los operadores estarán atentos al indicador de inflación preferido de la Fed, el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE) subyacente.
El USD/MXN se consolida después de rebotar desde los mínimos anuales alcanzados el 14 de marzo en 19.84, pero sigue limitado por la cifra de 20.30, defendida por los vendedores, que también están presionando la media móvil simple (SMA) de 100 días en 20.35 y la SMA de 50 días en 20.40.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) es bajista. Sin embargo, a corto plazo, favorece a los compradores. El índice está a punto de cruzar por encima de su línea neutral, lo que allanaría el camino para un mayor aumento.
En ese escenario, el USD/MXN necesita superar las SMAs de 100 y 50 días. Una vez superadas, el siguiente nivel de resistencia sería el pico del 4 de marzo en 20.99. Por el contrario, el primer soporte clave es 20.00, seguido por el mínimo del año de 19.84, antes de la SMA de 200 días en 19.68.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.