El Peso mexicano (MXN) perdió terreno frente al Dólar estadounidense (USD) el martes mientras los operadores se preparan para la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) el miércoles. Los datos de EE.UU. fueron mixtos, aunque fueron eclipsados por la retórica comercial del presidente estadounidense Donald Trump. El USD/MXN se cotiza a 19,94, subiendo un 0.14%.
El estado de ánimo del mercado se tornó pesimista a medida que los inversores parecían realizar ganancias antes de la reunión de la Fed. Los participantes esperan que la Fed mantenga su postura mientras observan si adoptará un sesgo moderado o de línea dura en sus pronósticos en el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP).
Anteriormente, los datos de EE.UU. revelaron que la Producción Industrial mejoró, sin embargo, los datos de vivienda fueron mixtos. Sin embargo, el principal motor sigue siendo las políticas de Trump y los desarrollos geopolíticos.
En México, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) publicará los datos de Demanda Agregada y Gasto Privado, cada uno el miércoles y el jueves. Esto podría mostrar cuán profunda es la desaceleración en la economía de México una semana antes de la reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico) del 27 de marzo.
El USD/MXN registra ganancias anémicas, sin embargo, el par exótico se mantiene por debajo de la cifra de 20.00, sugiriendo que se prevén más caídas. La acción del precio forma un ‘gravestone doji’, lo que implica que los bajistas están a cargo. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) está en territorio bajista pero sugiere que los compradores detuvieron la tendencia a la baja cerca del rango de 19.90 – 20.00.
Una ruptura de 19.90 exacerbaría una caída para desafiar la media móvil simple (SMA) de 200 días en 19.65. Una vez superada, los siguientes niveles clave de soporte serían 19.50, 19.00 y el mínimo del 20 de agosto de 2024 en 18.64.
Por el contrario, si el USD/MXN se recupera por encima de 20.00, esto despejaría el camino para probar la SMA de 100 días en 20.35.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.