En sus pronósticos económicos de marzo, la Secretaría de Estado de Economía de Suiza (SECO) dijo que la "economía suiza crecerá un 1.4% en 2025."
Prevé un crecimiento del PIB de 2025 (ajustado por eventos deportivos) del +1.4% (la previsión anterior era del +1.5%).
Prevé un crecimiento del PIB de 2026 (ajustado por eventos deportivos) del +1.6% (la previsión anterior era del +1.7%).
Prevé un IPC de 2025 del +0.3% (la previsión anterior era del +0.3%).
El gobierno suizo prevé un IPC de 2026 del +0.6% (la previsión anterior era del +0.7%).
Prevé que la economía suiza crezca por debajo de su media histórica durante otros dos años.
Al momento de escribir, el USD/CHF está bajando un 0.09% en el día, cotizando alrededor de 0.8800.
Suiza es la novena economía más grande del continente europeo en términos de Producto Interno Bruto (PIB) nominal. Si se mide por el PIB per cápita (una medida amplia del nivel de vida promedio), el país se ubica entre los más altos del mundo, lo que significa que es uno de los países más ricos del mundo. Suiza tiende a estar en los primeros lugares de las clasificaciones mundiales sobre nivel de vida, índices de desarrollo, competitividad o innovación.
Suiza es una economía abierta y de libre mercado basada principalmente en el sector servicios. La economía suiza tiene un fuerte sector exportador y la vecina Unión Europea (UE) es su principal socio comercial. Suiza es un importante exportador de relojes y alberga importantes empresas de las industrias alimentaria, química y farmacéutica. El país está considerado un paraíso fiscal internacional, con tipos impositivos corporativos y sobre la renta significativamente bajos en comparación con sus vecinos europeos.
Como país de altos ingresos, la tasa de crecimiento de la economía suiza ha disminuido en las últimas décadas. Aun así, su estabilidad política y económica, sus altos niveles de educación, las empresas de primer nivel en varias industrias y su condición de paraíso fiscal la han convertido en un destino preferido para la inversión extranjera. Esto ha beneficiado en general al Franco suizo (CHF), que históricamente se ha mantenido relativamente fuerte frente a sus principales pares monetarios. En general, un buen desempeño de la economía suiza –basado en un alto crecimiento, bajo desempleo y precios estables– tiende a apreciar el CHF. Por el contrario, si los datos económicos apuntan a un debilitamiento del impulso, es probable que el CHF se deprecie.
Suiza no es un exportador de materias primas, por lo que, en general, los precios de las mismas no son un factor clave para el Franco suizo (CHF). Sin embargo, existe una ligera correlación con los precios del Oro y del petróleo. En el caso del Oro, la condición del CHF como activo refugio y el hecho de que la moneda solía estar respaldada por el metal precioso significa que ambos activos tienden a moverse en la misma dirección. En el caso del petróleo, un documento publicado por el Banco Nacional Suizo (SNB) sugiere que el aumento de los precios del petróleo podría influir negativamente en la valoración del CHF, ya que Suiza es un importador neto de combustible.