La inflación en España subió una décima en febrero, alcanzando una tasa interanual del 3%, el nivel más alto desde junio del año pasado. El principal impulsor de este incremento fue el alza en el coste de la electricidad, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento en los precios se refleja especialmente en el grupo de vivienda, cuya tasa anual aumentó casi dos puntos hasta el 9,8%. La electricidad, que subió este año en contraste con la caída del mismo mes del año pasado, fue el factor determinante.
Además, el índice mostró un incremento en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, que subieron un 2,2%, cuatro décimas más respecto a enero. Sin embargo, el transporte actuó como un contrapeso negativo, ya que su variación anual fue del 0,3%, un punto por debajo del mes anterior. Este comportamiento fue atribuido principalmente a los precios de los carburantes y lubricantes, que aumentaron menos en febrero de este año comparado con el mismo mes de 2024.
A nivel regional, todas las Comunidades Autónomas (CCAA) registraron tasas anuales positivas. Baleares presentó la tasa más alta con un 3,6%, mientras que Canarias tuvo la más baja con un 2,2%. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, disminuyó a un 2,2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2021.
Finalmente, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se mantuvo en febrero en un 2,9%, la misma tasa que el mes anterior. Este indicador proporciona una medida comparable de la inflación en el contexto europeo, destacando la estabilidad en la variación de precios a nivel nacional.