Se espera que las empresas más grandes de Japón ofrezcan aumentos salariales sustanciales por tercer año consecutivo, ayudando a los trabajadores a hacer frente a la inflación y a retener personal en medio de la escasez de mano de obra, según Reuters.
Las negociaciones salariales del año pasado, conocidas como shunto o "ofensiva laboral de primavera", resultaron en un aumento salarial promedio del 5.1%, el más alto en 33 años, tras un 3.58% en 2023. Se espera que los aumentos de este año sean similares.
El grupo de sindicatos Rengo, el mayor grupo sindical de Japón con 7 millones de miembros, está presionando por un aumento salarial del 6.09%, superando el 5.85% del año pasado, un nivel no visto en 32 años. Algunas empresas, como Denso, ya han acordado aumentos récord.
Los inversores estarán atentos a las pequeñas y medianas empresas, que emplean al 70% de la fuerza laboral de Japón, para ver si pueden igualar los aumentos salariales de las grandes empresas.
Al momento de la publicación, el par USD/JPY sube un 0.17% en el día para cotizar en 148.02.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.