El Peso mexicano (MXN) se deslizó frente al Dólar estadounidense (US) por segundo día consecutivo después de que los datos de inflación para la primera mitad de febrero aumentaran como se esperaba, justificando el último recorte de 50 puntos básicos (pbs) del Banco de México (Banxico). Al momento de escribir, el USD/MXN cotiza a 20.43, con un aumento del 0.14%.
El informe de inflación de México reveló que Banxico podría continuar recalibrando la política monetaria. Según las actas de la reunión del 6 de febrero, se espera que Banxico continúe reduciendo las tasas en incrementos de 50 pbs.
Las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de la semana pasada confirmaron que la economía de México se está acercando a una recesión técnica. El PIB se contrajo un -0.6% intertrimestral en el cuarto trimestre de 2024, frente a una expansión del 1.1% y coincidiendo con las estimaciones de una encuesta de Reuters. Esto y la divergencia en la política monetaria, con Banxico reduciendo tasas y la Reserva Federal (Fed) manteniéndolas sin cambios, sugieren un mayor aumento en el par USD/MXN.
Esta semana, la agenda económica de México incluirá la Cuenta Corriente, la Balanza Comercial y los datos de empleo.
La tendencia sigue inclinada al alza, con el par USD/MXN probando la media móvil simple (SMA) de 50 días en 20.44 al momento de escribir. El impulso, como lo indica el Índice de Fuerza Relativa (RSI), sugiere que los compradores están ganando fuerza. Por lo tanto, si el USD/MXN supera los 20.50, el par exótico estaría preparado para desafiar el máximo de 20.93 del 17 de enero, seguido de 21.00 y el máximo del año hasta la fecha (YTD) de 21.28.
Por el contrario, si los vendedores superan a los compradores, el USD/MXN podría probar la SMA de 100 días en 20.24. En caso de mayor debilidad, el par podría superar ese soporte dinámico y dirigirse hacia la cifra de 20.00.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.