La última encuesta trimestral del Panel de Decisores (DMP) del Banco de Inglaterra (BoE) publicada el jueves mostró que "la inflación del IPC esperada a un año por las empresas del Reino Unido aumentó en otros 0,1 puntos porcentuales hasta el 2,8% en el trimestre hasta diciembre".
Se espera que la inflación de los precios propios a un año sea del 3,8% en los tres meses hasta diciembre, 0,1 puntos porcentuales más que lo reportado por las empresas en los tres meses hasta noviembre.
Las expectativas de las empresas para la inflación del IPC a un año aumentaron del 2,7% al 2,8% en los tres meses hasta diciembre.
El crecimiento salarial esperado a un año por las empresas se mantuvo sin cambios en el 4,0% en una base de media móvil de tres meses en diciembre.
Preguntadas sobre el aumento de las contribuciones al Seguro Nacional (NICs), el 61% de las empresas espera reducir los márgenes de beneficio, el 54% espera subir los precios, el 53% espera reducir el empleo y el 39% espera pagar salarios más bajos.
La encuesta es una de las más seguidas por los miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) del BoE.
En el momento de la publicación, el GBP/USD está fuera de los mínimos de 14 meses de 1.2239 pero se mantiene pesado por debajo de 1.2300.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.