El Dólar estadounidense (USD) retrocede el jueves debido a un cóctel de datos económicos mixtos, señales moderadas de la Reserva Federal (Fed) y mensajes confusos sobre aranceles entre EE.UU. y China que alteran el sentimiento del mercado. Después de probar máximos cerca de 100.00 a primera hora del día, el Índice del Dólar estadounidense (DXY) cambió de rumbo y se vio por última vez alrededor de 99.41, bajando un 0.37%.
Los inversores recalibraron sus expectativas después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, rechazaran las afirmaciones sobre un recorte unilateral de aranceles a los productos chinos. Mientras Trump insinuó un posible alivio arancelario si las conversaciones avanzan, los funcionarios chinos reiteraron que no hay negociaciones en curso, exigiendo la eliminación de aranceles recíprocos antes de que se reanuden los diálogos.
Los funcionarios de la Fed añadieron más intriga. La presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, enfatizó la cautela pero reconoció el potencial de ajustes en las tasas tan pronto como en junio. Mientras tanto, el gobernador Christopher Waller advirtió que las empresas siguen paralizadas por la incertidumbre inducida por los aranceles, insinuando repercusiones económicas más amplias.
Técnicamente, el Índice del Dólar estadounidense (DXY) continúa mostrando señales bajistas mientras se mantiene alrededor de 99.41 en la sesión del jueves. La acción del precio permanece confinada entre 99.24 y 99.84 mientras los operadores esperan catalizadores más claros. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se sitúa en 34.62, sugiriendo un impulso neutral, mientras que la Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD) mantiene una señal de venta, reflejando debilidad subyacente.
Tanto el indicador Bull Bear Power en −1.63 como el Oscilador Asombroso en −3.31 también indican una convicción decreciente. Un análisis más profundo de las señales de tendencia revela una configuración bajista firme: la media móvil exponencial (EMA) de 10 días en 100.01 y la media móvil simple (SMA) en 99.63, junto con las SMAs de 20, 100 y 200 días en 101.54, 105.85 y 104.56, respectivamente, todas apuntan a un sesgo bajista.
El soporte inmediato se nota en 99.34, mientras que la resistencia está limitada en 99.63. Se necesitaría una ruptura por encima de 100.01 para restablecer un sesgo alcista, con el siguiente objetivo al alza en 101.10. Hasta entonces, el camino de menor resistencia sigue siendo a la baja, particularmente si persisten la incertidumbre comercial y los datos macroeconómicos débiles.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.