El S&P 500 estableciendo máximo del día en 5.452, atrayendo vendedores agresivos que arrastraron el índice a un mínimo diario en 5.115. Actualmente, el S&P 500 opera sobre 5.263, perdiendo un 3.51% en la jornada del jueves.
De acuerdo con información proporcionada por la Casa Blanca, la imposición arancelaria a los productos provenientes de China se establece en un 145%, incrementando las tensiones comerciales entre ambos países.
Por otro lado, el Índice de Precios al Consumidor de EE.UU., descendió a un 2.4% anualizado en marzo, por debajo del 2.6% esperado y del 2.8% observado en febrero.
Tras estas noticias, el S&P 500 cae un 3.51% el día de hoy, manteniéndose dentro el rango operativo del miércoles en 5.263, retomando la perspectiva bajista en sintonía con los principales índices accionarios.
La presidente de la Reserva Federal de Boston, Susan Collins, destacó en su discurso del día de hoy que los aranceles podrían empujar la inflación subyacente por encima del 3% en el 2025, ya que la alta incertidumbre está nublando las perspectivas económicas.
La mirada de los inversores girará en torno a la publicación del Índice de Precios de Producción de marzo. El consenso de analistas proyecta que se sitúe en 3.3%, ligeramente por encima del 3.2% observado en febrero.
El S&P 500 reaccionó a la baja desde una resistencia de corto plazo dado por el máximo del 9 de abril en 5.479. La siguiente resistencia clave la observamos en 5.784, cuyo máximo del 25 de marzo, en convergencia con el promedio móvil exponencial de 21 periodos. A la baja, el soporte clave se encuentra en 4.810 punto pivote del 7 de abril.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.