El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el desempeño del Dólar estadounidense (USD) frente a seis divisas principales, se está negociando cerca del área de 103 el lunes después de rebotar el viernes. La volatilidad del mercado se intensificó a medida que surgieron titulares que sugerían una suspensión temporal de aranceles por parte de Estados Unidos (EE.UU.), aunque estos fueron rápidamente refutados por la Casa Blanca. Mientras las acciones y las materias primas se vieron presionadas, el DXY mantuvo ganancias modestas. Las señales técnicas siguen siendo mixtas, con el MACD mostrando una señal de compra, pero las medias móviles clave parpadeando señales bajistas.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) intenta construir sobre el rebote del viernes, flotando cerca de la parte superior de su rango diario. El indicador de Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD) señala un posible empuje al alza, mientras que el Índice de Fuerza Relativa (RSI) en 42.80 se mantiene neutral. A pesar de esto, las medias móviles simples (SMA) de 20 días, 100 días y 200 días, junto con la media móvil exponencial (EMA) de 10 días, continúan señalando riesgo a la baja. Los indicadores de impulso están divididos, con el Momentum de 10 períodos sugiriendo una compra, pero otros como el Rango Porcentual de Williams indicando neutralidad. Los niveles de resistencia se observan en 103.52, 103.72 y 103.75, mientras que el soporte inmediato se sitúa en 102.51. Un rechazo en la zona de 103.18 la semana pasada refuerza esa área como un punto clave a observar.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.