El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que sigue el valor del Dólar frente a una cesta de divisas, lucha por capitalizar una recuperación de tres días desde un mínimo de varios meses y atrae nuevos vendedores al inicio de una nueva semana. El índice se mantiene deprimido durante la primera mitad de la sesión europea y actualmente se sitúa por debajo de la marca de 104.00, cayendo alrededor de un 0.20% en el día.
La perspectiva menos dovish de la Reserva Federal (Fed) mantuvo su pronóstico de realizar dos recortes de tasas de 25 puntos básicos para finales de este año y elevó su proyección de inflación. Sin embargo, los inversores han estado especulando que el banco central de EE.UU. reanudará su ciclo de recortes de tasas antes de lo esperado, en medio de preocupaciones sobre una desaceleración de la actividad económica en EE.UU. impulsada por aranceles. Esto, a su vez, se considera que socava al Dólar.
Mientras tanto, informes durante el fin de semana indicaron que el presidente de EE.UU., Donald Trump, está planeando una agenda más estrecha y específica para los llamados aranceles recíprocos que entrarán en vigor el 2 de abril. Esto aumenta el apetito de los inversores por activos más arriesgados y resulta ser otro factor que afecta la demanda del dólar de refugio seguro. Dicho esto, un buen repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. podría ayudar a limitar cualquier caída significativa para el USD.
Los operadores ahora esperan la publicación de los PMIs preliminares de EE.UU., que, junto con los discursos de miembros influyentes del FOMC, podrían proporcionar algún impulso al Dólar. Sin embargo, la atención seguirá centrada en el Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) de EE.UU. el viernes, que podría ofrecer nuevas pistas sobre la trayectoria de recortes de tasas de la Fed y determinar el próximo movimiento direccional para el Dólar.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.