El S&P 500 estableció un mínimo diario en 5543, encontrando compradores agresivos que impulsaron el índice a un máximo de dos días en 5.642. Al momento de escribir, el S&P 500 cotiza sobre 5.622, ganando un 1.67% al cierre de la jornada del viernes.
Con base en el reporte presentado por la Universidad de Michigan, el Índice de sentimiento del consumidor preliminar de marzo se situó en 57.9 puntos, por debajo de los 63.1 estimados y de los 64.7 observados en febrero.
En una jornada caracterizada por un repunte en los principales índices bursátiles, las acciones de Ulta Beauty (ULTA) presentan una ganancia diaria de un 13.68%. Esta subida es posterior a dar a conocer su reporte trimestral, donde obtuvieron 3.49 mil millones de dólares en ingresos frente a los 3.47 mil millones de dólares proyectados por el consenso, así como una ganancia por acción de 8.46$, superior a los 7.134 estimados. Tras estos resultados, los títulos de ULTA alcanzaron máximos del 10 de marzo en 359.75$, liderando las ganancias en el S&P 500.
El foco de los operadores se centrará la próxima semana en la reunión de la Reserva Federal. Los analistas no esperan que la autoridad monetaria realice modificaciones a los tipos de interés, aunque permanecerán atentos a las declaraciones que emitan sus miembros.
En este contexto el S&P 500 repunta un 1.67% en la última jornada de la semana, alcanzando máximos del 12 de marzo en 5.642. recuperándose de las pérdidas sufridas en las últimas sesiones
El S&P 500 reaccionó al alza en un soporte de corto plazo dado por el mínimo del 13 de marzo en 5.504. Al norte, la resistencia clave la observamos en 6.007, máximo del 26 de febrero. La siguiente resistencia clave se encuentra en 6,145, punto pivote del 20 de febrero.
Gráfica de 4 horas del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.