El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el Dólar frente a una cesta de divisas, lucha por capitalizar las modestas ganancias del día anterior y atrae nuevos vendedores durante la sesión asiática del martes. El índice actualmente se negocia alrededor de la zona de 103.70, con una caída de más del 0.20% en el día, y se mantiene cerca de su nivel más bajo desde principios de noviembre alcanzado el viernes pasado.
Los inversores siguen preocupados por los aranceles comerciales del presidente estadounidense Donald Trump y su posible impacto en la economía de EE.UU. Aparte de esto, el informe de Nóminas no Agrícolas (NFP) de EE.UU. más débil del viernes apuntó a signos de un enfriamiento en el mercado laboral. Esto sigue alimentando las especulaciones de que la Reserva Federal (Fed) recortaría las tasas de interés múltiples veces este año, lo que mantiene deprimidos los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y se considera que socava al Dólar estadounidense (USD).
Aparte de esto, la reciente recuperación de la moneda compartida, impulsada por un acuerdo histórico para flexibilizar los límites de endeudamiento de Alemania, y el Yen japonés (JPY), respaldado por apuestas a más aumentos de tasas de interés por parte del Banco de Japón (BoJ), pesan aún más sobre el Dólar. Sin embargo, el entorno de aversión al riesgo prevalente podría ofrecer cierto apoyo al Dólar de refugio seguro. Los operadores también podrían abstenerse de realizar apuestas agresivas antes de las últimas cifras de inflación de EE.UU.
El informe crucial del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. está programado para su publicación el miércoles y será seguido por el Índice de Precios de Producción (IPP) de EE.UU. el jueves. Esto podría influir en las expectativas del mercado sobre el camino de recortes de tasas de la Fed, que, a su vez, jugará un papel clave en la dinámica de precios del USD a corto plazo. Mientras tanto, los operadores el martes tomarán señales de la Encuesta de Ofertas de Empleo y Rotación Laboral (JOLTS) para obtener impulsos a corto plazo.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.