El S&P 500 estableció un mínimo del día en 5.741, encontrando compradores agresivos que impulsaron el índice a un máximo diario en 5.857. Actualmente el S&P 500 opera en 5.838, ganando un 1.02% el día de hoy.
El informe de empleo ADP registró 77.000 nuevos puestos en febrero, empeorando las expectativas del consenso que esperaban 140.000 y las 186.000 registradas en enero. A la par, el PMI de servicios del ISM se incrementó a 53.5 4 puntos en febrero superando los 52.6 4 puntos previstos por el mercado y los 52.8 puntos alcanzados en enero.
De acuerdo con el comunicado emitido por la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karolyn Leavitt, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una prórroga arancelaria a la industria automotriz de un mes, Cuba extendiendo la aplicación de aranceles del 25% a Canadá y México.
Tras estas noticias, el S&P 500 ha reaccionado al alza, subiendo un 1.02% el día de hoy, operando al momento de escribir en 5.838, terminando así con dos sesiones consecutivas a la baja.
Por otro lado, las acciones de Moderna (MRNA) se disparan un 15.94% diario, alcanzando máximos no vistos desde el 25 de febrero en 35.39$ en medio de una batalla legal contra Pfizer y BioNTech en relación a las patentes de las vacunas del Covid 19.
El S&P 500 establece un soporte de corto plazo dado por el mínimo del 4 de marzo en 5.734. Al alza, la resistencia más cercana la observamos en 6.007, máximo del 26 de febrero en convergencia con el retroceso al 61.8% de Fibonacci. La siguiente zona de resistencia importante se encuentra en 6.145, punto pivote del 19 de febrero.
Gráfica de 4 horas del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.