El Índice del Dólar estadounidense (DXY) enfrenta cierta presión de venta hasta cerca de 107.25, rompiendo la racha de tres días de ganancias durante la sesión europea temprana del lunes. La creciente expectativa de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) recortará las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual dos veces antes de fin de año arrastra al DXY a la baja.
Técnicamente, la perspectiva alcista del DXY sigue en juego ya que el índice se mantiene por encima de la clave media móvil exponencial (EMA) de 100 días en el gráfico diario. No obstante, la EMA de 14 días se encuentra alrededor de la línea media, lo que sugiere que no se puede descartar una mayor consolidación a corto plazo.
Por el lado positivo, el nivel de resistencia inmediato para el Índice del Dólar estadounidense surge cerca de 108.45, representando el máximo del 10 de febrero y el límite superior de la Banda de Bollinger. Un comercio sostenido por encima de este nivel podría allanar el camino hacia 109.80, el máximo del 3 de febrero. El filtro adicional al alza a tener en cuenta es el nivel psicológico de 110.00.
Por otro lado, la EMA de 100 días en 106.70 actúa como un nivel de soporte inicial para el DXY. Una ruptura decisiva por debajo del nivel mencionado podría exponer el nivel de contención clave en 106.00, representando la cifra redonda y el límite inferior de la Banda de Bollinger. Más abajo, la siguiente parada a la baja a observar es 105.41, el mínimo del 6 de diciembre de 2024.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.