El Índice del Dólar estadounidense (DXY) rebota a alrededor de 106.50 durante la sesión europea temprana del miércoles. Los analistas esperan que los planes del presidente estadounidense Donald Trump para aumentar los aranceles hayan elevado las preocupaciones sobre la inflación en la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., lo que podría llevar a la Fed a mantener las tasas de interés más altas por más tiempo. Esto podría apoyar al Dólar estadounidense frente a sus rivales.
Los inversores esperan los datos del Gasto en Consumo Personal (PCE) de EE.UU., el indicador de inflación preferido de la Fed, el viernes para obtener un nuevo impulso. Este informe podría ofrecer algunas pistas sobre la senda de las tasas de interés en EE.UU.
Técnicamente, el DXY mantiene la vibra bajista en el gráfico de 4 horas, ya que el índice permanece limitado por debajo de la media móvil exponencial (EMA) clave de 100 periodos. Además, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) se sitúa por debajo de la línea media de 50 cerca de 46.40, lo que indica que no se puede descartar una mayor caída en el corto plazo.
El límite inferior de la Banda de Bollinger en 106.20 actúa como un nivel de soporte inicial para el Índice del Dólar. Una ruptura de este nivel podría exponer el 105.41, el mínimo del 6 de diciembre de 2024. El siguiente nivel de contención a vigilar es 104.19, el mínimo del 7 de noviembre de 2024.
En el lado positivo, la primera barrera al alza se encuentra en 106.85, el límite superior de la Banda de Bollinger. Ganancias extendidas podrían allanar el camino hacia el 107.15, la EMA de 100 periodos. El siguiente obstáculo se observa en el nivel psicológico de 108.00.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.