El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el desempeño del Dólar estadounidense (USD) frente a una cesta de seis divisas principales, registra pequeñas pérdidas y cae a cerca de 106.30 el martes. El Dólar estadounidense baja en medio de crecientes tensiones geopolíticas y posibles nuevos aranceles dirigidos a China. Con la administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, señalando posibles restricciones a los semiconductores, los operadores son cautelosos y el DXY se mantiene apenas por encima de niveles de soporte clave, insinuando posibles riesgos a la baja.
El Índice del Dólar estadounidense se mantiene anclado alrededor de 106.35, con intentos de recuperar la media móvil simple (SMA) de 100 días en 106.60 que no logran tener éxito. A pesar de recuperaciones menores, los indicadores técnicos permanecen contenidos. Tanto el Índice de Fuerza Relativa (RSI) como el Indicador de Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD) están señalando un impulso bajista sostenido. El soporte se encuentra en 106.00, mientras que la resistencia permanece en 107.00. Una ruptura por debajo del nivel de 106.30 podría confirmar una perspectiva bajista más profunda a corto plazo, con los alcistas aún necesitando catalizadores más fuertes para recuperar el control.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.