El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el desempeño del Dólar frente a seis monedas principales, se mantiene estable después de registrar pérdidas en la sesión anterior. En el momento de escribir, el DXY ronda los 107.00, ya que los datos económicos continúan pintando un panorama mixto. Las débiles ventas minoristas pesan en el sentimiento, pero la producción industrial proporciona cierto soporte.
El Índice del Dólar estadounidense permanece bajo presión después de perder la media móvil simple (SMA) de 20 días, señalando un cambio bajista. El índice de fuerza relativa (RSI) continúa debilitándose, confirmando el impulso negativo, mientras que el indicador de convergencia/divergencia de medias móviles (MACD) permanece en territorio bajista.
El soporte inmediato se ve en la SMA de 100 días cerca de 106.30, con una ruptura por debajo de este nivel que probablemente confirme una perspectiva negativa a corto plazo. Al alza, la resistencia ahora se ve en 107.50, seguida por la SMA de 20 días en 108.00.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.