El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense (USD) frente a una cesta de divisas, inicialmente subió después de los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) de enero, que fueron más altos de lo esperado, pero luego revirtió su curso. La inflación superó las previsiones, lo que llevó a los inversores a reevaluar la trayectoria de la política de la Reserva Federal (Fed). Mientras el presidente de la Fed, Jerome Powell, se mantuvo no comprometido con futuros recortes de tasas, los rendimientos del Tesoro subieron, apoyando al DXY en la sesión temprana estadounidense, pero luego retrocedió por debajo de 107.90.
El Índice del Dólar estadounidense intentó subir, pero enfrenta resistencia en 108.50, luchando por recuperar la media móvil simple (SMA) de 20 días. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se mantiene por debajo de 50, señalando un impulso débil. El histograma del indicador de convergencia/divergencia de medias móviles (MACD) continúa mostrando tracción bajista.
El soporte inmediato se encuentra en 108.00, seguido del nivel psicológico clave en 107.50. Un movimiento sostenido por encima de 108.50 podría abrir la puerta a 109.00, pero la presión de venta sigue siendo evidente.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.