El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que sigue el valor del USD frente a una gama de divisas, retrocede desde su pico de dos años tras las señales de la Reserva Federal (Fed) sobre menos recortes de tasas de interés en el futuro. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) expresan preocupaciones sobre la inflación que continuará hasta 2025 y tienen en cuenta posibles políticas inflacionarias del "efecto Trump", como aranceles y una reducción de la oferta laboral debido a deportaciones.
El DXY se sitúa en 108.00, con ese nivel actuando como soporte. A pesar de los avances recientes, los operadores están tomando beneficios mientras consideran los datos económicos chinos y las posibles medidas de estímulo que podrían ralentizar el impulso del Dólar estadounidense.
Después del movimiento al alza del miércoles, los indicadores técnicos se están suavizando para el Dólar, permitiendo que el Índice del Dólar estadounidense tome un respiro mientras se mantiene neutral en las cercanías de 108.30.
Aunque el impulso ha disminuido, el panorama general sigue siendo constructivo mientras el DXY se mantenga por encima de su media móvil simple (SMA) de 20 días. Sin nuevos catalizadores, el Dólar estadounidense podría mantenerse dentro de los rangos actuales, esperando señales más claras antes de intentar otro empuje al alza.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.