El Índice del Dólar estadounidense, que mide el valor del USD frente a una cesta de divisas, cotiza de manera neutral cerca del nivel de 107.00 el miércoles mientras se consolida antes de la decisión de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed). Los operadores están esperando con ansias el gráfico de puntos para evaluar el número de recortes de tasas previstos para 2025. A pesar de una reciente relajación en el USD tras la toma de beneficios el viernes y los nuevos datos económicos de China, el Dólar se mantiene estable, buscando dirección a medida que se acerca el anuncio de la política de la Fed.
Los indicadores recuperaron terreno significativo la semana pasada, pero parecen insuficientes para empujar el índice más allá del área de 107.00–108.00. Al comienzo de la semana, el Índice retrocedió ligeramente, señalando fatiga en el impulso.
Aún así, el panorama general sigue siendo constructivo si el DXY puede mantenerse por encima de su media móvil simple de 20 días. Mientras los operadores esperan la orientación de la Fed, las señales técnicas sugieren un entorno cauteloso pero potencialmente favorable para el Dólar, salvo cualquier sorpresa de línea dura que pueda impulsar una ruptura.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.