El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del USD frente a una cesta de divisas, cotiza ligeramente a la baja el lunes después de una serie de datos y titulares que han puesto mayor atención en la próxima decisión de tasas de la Reserva Federal (Fed). El Dólar estadounidense se relaja tras el fuerte repunte de la semana pasada, ya que los datos económicos y las medidas de estímulo de China impulsan el apetito por el riesgo.
A pesar de estos desarrollos, el aumento de los rendimientos del Tesoro de EE.UU. ayuda a limitar las pérdidas del Dólar estadounidense, incluso cuando el mercado ha descontado un recorte para el miércoles. En general, la moneda sigue siendo sensible a los datos entrantes y a las señales del banco central.
Los indicadores recuperaron terreno significativo la semana pasada, pero pueden carecer del impulso para romper por encima de la zona de 107.00-108.00. El lunes, el índice ha retrocedido desde los máximos recientes, reflejando una pausa después del repunte de la semana pasada.
Aún así, la perspectiva sigue siendo constructiva si el DXY puede mantenerse por encima de su media móvil simple (SMA) de 20 días. Con datos mixtos y una decisión crucial de la Fed en el horizonte, los operadores pueden permanecer cautelosos, esperando señales direccionales más claras antes de impulsar materialmente al Dólar estadounidense.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.