El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del USD frente a una cesta de divisas, ganó hacia 106.00 el viernes, impulsado por varios factores clave. El Dólar estadounidense se mantuvo plano tras la publicación de los datos de Nóminas No Agrícolas (NFP), mientras los mercados anticipaban un posible recorte de tasas en diciembre por parte de la Reserva Federal (Fed).
El DXY encontró soporte en 105.50 y avanzó hacia 106.00 en medio de estas noticias. Como resultado de la anticipación de un recorte de tasas, una postura moderada de la Fed, en general, causaría una caída en el DXY. Sin embargo, el mercado está llevando a una fortaleza en el Dólar estadounidense a pesar de estas noticias.
El DXY detuvo su descenso y ganó terreno hoy, indicando resiliencia. Este movimiento se produce a pesar de la actividad de toma de beneficios. El índice está actualmente apuntando a recuperar su media móvil simple (SMA) de 20 días, y mientras permanezca por debajo de este nivel, podría exacerbar sus dificultades a corto plazo.
Por otro lado, la tendencia alcista para el DXY sigue siendo robusta, con puntos de resistencia ubicados en 106.50 y 107.00. Se anticipa soporte dentro de 105.50 a 106.00.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.