El S&P 500 algún mínimo del día el 6033, encontrando compradores que llevaron el índice a un máximo del día en 6052. Actualmente, el S&P 500 cotiza sobre 6.051, subiendo un 0.07% hilando su cuarta sesión consecutiva al alza.
La compañía especializada en ofrecer soluciones de seguridad corporal, Axon Enterprise (AXON) sube un 4.97% el día de hoy, alcanzando un nuevo máximo histórico en 675.48$. El repunte de AXON es posterior a la actualización al alza del precio objetivo por parte diversos analistas, citando mejores perspectivas en las soluciones de inteligencia artificial que ofrece la empresa.
En la misma sintonía se encuentra Palantir Technologies (PLTR), registrando un nuevo máximo histórico el día de hoy en 71.35$, ganando un 7.15% en la jornada del martes.
Por otro lado, Mary Daly, presidente de la Fed de San Francisco señaló en su discurso del día de hoy que el recorte de tipos de interés en diciembre no está descartado, con la inflación bajando gradualmente, aunque reconociendo que aún hay trabajo por realizar. De igual forma, Adriana Kugler, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, señaló que la autoridad monetaria no se preocupa por posibles cambios de política bajo la próxima administración del presidente electo, Donald Trump.
El S&P 500 estableció un soporte de corto plazo dado por el mínimo del 19 de noviembre en 5.830, en confluencia con el retroceso al 50% de Fibonacci. El siguiente nivel de soporte clave lo observamos en 5.694, mínimo del 4 de noviembre. Al norte, proyectamos la zona de 6.150 como un área de toma de beneficios en convergencia con la extensión al 1.272% de Fibonacci.
Gráfica de 4 horas del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.