El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del USD frente a una cesta de divisas, cotiza cerca de 106.10 con leves pérdidas pero recortó la mayoría de sus pérdidas diarias, que vieron al índice por debajo de 106.00.
En general, el Dólar estadounidense mantiene una perspectiva alcista, respaldada por sólidos datos económicos y una postura de línea dura de la Reserva Federal (Fed). A pesar de la toma de beneficios y la incertidumbre geopolítica, la tendencia alcista se mantiene intacta.
Esta semana, la escasa liquidez y los días festivos del mercado han resultado en una actividad comercial reducida, pero se espera que el DXY continúe su trayectoria ascendente debido al robusto crecimiento económico de EE.UU.
Los indicadores técnicos para el DXY sugieren un período de consolidación con los indicadores de Índice de Fuerza Relativa (RSI) y Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD) rondando niveles neutrales.
A pesar de una reciente caída por debajo de la Media Móvil Simple (SMA) de 20 días, el índice se ha recuperado rápidamente, lo que indica que la tendencia alcista sigue intacta. El soporte clave se encuentra en 106.00-106.50, mientras que la resistencia está en 108.00. El impulso alcista general sugiere que la tendencia alcista probablemente continuará en el mediano plazo, ya que la economía de EE.UU. sigue siendo robusta y se espera que la Fed enfríe las expectativas de recorte de tasas. Los operadores deben monitorear de cerca el nivel de 106.00, ya que una ruptura por debajo de este nivel podría desencadenar más caídas.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.