El S&P 500 marcó un mínimo del día en 5.963, atrayendo compradores agresivos que impulsaron el índice a un máximo no visto desde el 25 de noviembre en 6.018. Actualmente, el S&P 500 cotiza sobre 5.986, ganando un 0.35% al cierre del mercado.
Las acciones de Super Micro Computer (SMCI) suben un 15.87% el día de hoy, hilando una racha de tres sesiones consecutivas con ganancias de dos dígitos, operando al momento de escribir sobre 38.41$. SMCI se ha recuperado desde el mínimo alcanzado el 14 de noviembre en 17.36$, reflejando la confianza de los inversionistas en la compañía tras contratar un nuevo auditor contable. En la misma tónica se encuentran los valores de Enphase Energy (ENPH), los cuales suben un 8.48% diario, alcanzando un máximo no visto desde el 7 de noviembre en 72.56$, firmando su cuarta sesión consecutiva al alza.
La agenda económica de Estados Unidos considera la publicación del índice de precios de viviendas el día de mañana. El consenso proyecta un incremento de un 0.3% durante septiembre, en línea con el crecimiento alcanzado en octubre. Más tarde, se darán a conocer las Minutas de la Fed, donde se espera que la autoridad monetaria ofrezca claridad en el ritmo de reducción de tipos de interés en el corto plazo.
El S&P 500 formó un soporte de corto plazo en 5.830, dado por el mínimo del 19 de cercano al nivel de retroceso del 50% de Fibonacci. La siguiente área clave de soporte se encuentra en 5.694, punto pivote del 4 de noviembre. La zona de resistencia importante está en 6.026, máximo histórico alcanzado el 11 de noviembre.
Gráfica de 4 horas del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.