El Dólar estadounidense (USD) se mantiene plano el jueves alrededor de 106.50 cuando es rastreado por el Índice del Dólar estadounidense DXY, después de que el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, dijera que la inflación sigue desacelerándose, abriendo la puerta a una mayor caída de las tasas de interés. El Dólar estadounidense ha cotizado mayormente lateral en los últimos días, influenciado por las oscilaciones provenientes de la guerra entre Rusia y Ucrania y, más recientemente, por las decepcionantes ganancias de Nvidia.
El calendario económico de EE.UU. presenta el jueves los datos semanales de solicitudes de subsidio de desempleo y la Encuesta de Manufactura de la Fed de Filadelfia para noviembre, que será un buen indicador adelantado de cómo el sector está respondiendo a la victoria del presidente electo Donald Trump. Además, otros cuatro oradores de la Fed harán comentarios hoy.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) está respaldado por el constante flujo de refugio seguro debido a las tensiones geopolíticas que escalan entre Rusia y Ucrania. Los operadores deben tener en cuenta que si la reciente escalada se calma y ambas partes se dirigen a cualquier tipo de conversaciones de alto el fuego, el Dólar podría retroceder.
Después de una breve prueba y un firme rechazo el jueves pasado, el nivel redondo de 107.00 sigue en juego en la parte superior. Ya se ha alcanzado un nuevo máximo anual en 107.07, que es el nivel estadístico a vencer. Más arriba, se podría alcanzar un nuevo máximo de dos años si se rompe 107.35.
El primer nivel a la baja es 105.93, el cierre del 12 de noviembre. Un poco más abajo, el nivel pivotal de 105.53 (máximo del 11 de abril) debería evitar cualquier caída hacia 104.00. Si el DXY cae hasta 104.00, la gran cifra y la media móvil simple de 200 días en 103.95 deberían atrapar cualquier formación de cuchillo cayendo.
Índice del Dólar: Gráfico Diario
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.