El Índice del Dólar estadounidense (DXY) cotiza con leves pérdidas alrededor de 106.50 durante la sesión temprana europea del jueves. La caída del índice podría estar limitada ya que los mercados esperan que la administración de Donald Trump reavive la inflación y ralentice el camino de los recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed), apoyando al Dólar.
Técnicamente, la tendencia alcista del DXY permanece intacta ya que el índice está bien soportado por encima de la media móvil exponencial (EMA) de 100 días en el gráfico diario. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días se sitúa por encima de la línea media cerca de 66.40, indicando que el camino de menor resistencia es al alza.
El primer objetivo alcista para el DXY surge cerca del límite superior de la Banda de Bollinger en 107.45. Cualquier compra continuada por encima de este nivel podría abrir el camino hacia 108.00, el máximo del 21 de noviembre de 2022. Más al norte, el siguiente obstáculo a vigilar es 110.25, el máximo del 8 de septiembre de 2022.
En el caso bajista, una negociación sostenida por debajo de 106.00, el nivel redondo, podría ver una caída a 104.19, el mínimo del 7 de noviembre. El nivel de soporte clave se observa en 103.71, la EMA de 100 días. Una ruptura del nivel mencionado podría exponer 102.95, el límite inferior de la Banda de Bollinger.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.