¿Por qué se discuten ampliamente los efectos inflacionarios de posibles o anunciados aranceles de importación en EE.UU., mientras que los efectos correspondientes de las deportaciones no lo son? El Instituto Peterson estima que, en el caso extremo, más de 8 millones de trabajadores podrían ser retirados del mercado laboral de EE.UU. Tal número debería ser económicamente relevante para los mercados. Actualmente, hay alrededor de 7,5 millones de vacantes sin cubrir en el mercado laboral de EE.UU. Cuando el número alcanzó los 12 millones en 2022, resultó en una inflación salarial de alrededor del 6% (interanual), señala Ulrich Leuchtmann, Jefe de Investigación de FX y Materias Primas de Commerzbank.
"Muchas personas no esperan que las deportaciones sean tan extremas como esta y asumen que se limitarán a unos pocos casos simbólicos. El anuncio de que Stephen Miller se convertirá en Subjefe de Gabinete en la Casa Blanca, pero sobre todo que Tom Homan se convertirá en ‘zar de la frontera’, sugiere que no se debe perder de vista por completo el hecho de que las cosas podrían resultar de manera diferente. Como recordatorio, Homan es considerado el padre de la estrategia de separar a los niños de sus padres en la frontera para disuadir a los inmigrantes."
"Si —en un escenario de riesgo— las deportaciones tomaran proporciones que alimentaran la inflación salarial (al menos en algunos sectores), esa inflación difícilmente sería positiva para el USD, a diferencia de la provocada por los aranceles de importación. Sería la consecuencia de un shock negativo de oferta, es decir, una reducción en la capacidad productiva de la economía de EE.UU."
"Haría que el capital invertido en EE.UU. sea menos rentable: cuanto mayor sea la escasez de mano de obra, mayor será la porción del pastel que va al factor trabajo y menos queda para la remuneración del capital. La atractividad del dólar como boleto para invertir en EE.UU. se vería reducida. Aunque este no es el escenario más probable, es otro argumento a favor de mi opinión de que las apuestas por una fortaleza sostenible del USD son increíblemente arriesgadas. Cuantos más argumentos de este tipo surjan, más cómodo me siento advirtiendo contra apostar por una fortaleza sostenida del USD."