El S&P 500 registra este viernes su tercera jornada con máximos históricos consecutivos. Tras la apertura de Wall Street, el índice ha alcanzado los 5.988 puntos, quedándose a escasa distancia de la zona psicológica de 6.000.
El índice S&P 500 no ha dejado de subir desde que se confirmara la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses el pasado miércoles. El triunfo del republicano impulsó las bolsas de EE.UU., llevando a máximos también al Dow Jones y el Nasdaq.
El S&P 500 también recibió ayer con buenos ojos el anuncio de la Reserva Federal de EE.UU. de recortar sus tasas de interés en 25 puntos básicos al 4.75%. Además, las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, apuntando que no dimitiría en caso de que Trump se lo pidiera, reforzaron la posición de la entidad.
Este viernes, EE.UU. ha publicado su índice de sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan, que ha subido a 73 puntos en la lectura preliminar de noviembre desde los 70.5 de octubre. Esta es la mejor cifra registrada por el indicador en siete meses. Además, el dato ha mejorado los 71 puntos previstos por el mercado.
En la primera hora de la sesión estadounidense, las acciones de Tesla están ganando un 3.28%. La compañía de Elon Musk, uno de los principales baluartes de la campaña de Trump en las jornadas previas, se está viendo beneficiada de su clara victoria contra Kamala Harris.
Otros de los ganadores a finales de la semana está siendo Progressive Corporation, con una subida del 2.04% y Palantir Technologies, que crece a estas horas un 2.09%.
La tendencia alcista se impone en todos los gráficos temporales, situando ahora la zona de los 6.000 puntos como la resistencia principal a batir.
En caso de retroceder, el soporte inicial está en 5.821, media móvil de 100 períodos en el gráfico de una hora. Más abajo habrá una zona de contención cerca de los 5.700 puntos, alrededor de 5.694, donde está el mínimo semanal registrado el día 4 de noviembre.
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.