El Índice del Dólar estadounidense (DXY) subió por tercer día consecutivo mientras el apetito por el riesgo en el mercado general se ve afectado. Las preocupaciones geopolíticas han deprimido el sentimiento de los inversores esta semana, ya que los conflictos en el Medio Oriente se intensifican, y los datos laborales de EE.UU. mejor de lo esperado están reduciendo las esperanzas de recortes de tasas adicionales por parte de la Reserva Federal (Fed).
Las cifras del cambio de empleo ADP de EE.UU. se imprimieron mucho más altas de lo que esperaban los mercados el miércoles, lo que dificulta que los inversores sigan esperando recortes de tasas significativos después de que varios funcionarios de la Fed advirtieran esta semana que el recorte de tasas de 50 pb de septiembre probablemente fue un caso aislado y no una señal de política futura.
A pesar de un repunte a corto plazo, el Índice del Dólar estadounidense sigue siendo bastante tibio en general, con el índice de divisas principales aún cojeando por debajo de los máximos anteriores cerca de 102.00. Los operadores del Dólar han lidiado con una situación difícil desde que el Dólar estadounidense alcanzó su pico cerca de 106.50 a principios de 2024. El DXY ha recuperado más del 1,5% desde el mínimo de la semana pasada en la zona de 100.00, pero los flujos de USD siguen bajando un 4,5% en general desde el pico de 106.52 en 2024.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.