La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, concluye su mandato con una bajada de micrófono, dando abiertamente crédito dent las políticas económicas del presidente Joe Biden por poner a Estados Unidos en una base tron .
En declaraciones a la Asociación de Economía Empresarial de Nueva York, Janet elogió las decisiones tomadas bajo la dirección de Biden como transformadoras. Según ella, la economía estadounidense está superando a sus pares mundiales y desafía las predicciones sombrías.
“Todas las opciones políticas implican compensaciones, pero la administración Biden tomó decisiones acertadas que encaminaron a la economía hacia un rumbo tron ”, dijo. Janet se mantuvo firme y respaldó su afirmación con datos y resultados, no con tonterías.
Si bien admitió que la inflación afectó a los estadounidenses comunes y corrientes después de la pandemia, Janet argumentó que el Plan de Rescate Estadounidense de 1,9 billones de dólares evitó que Estados Unidos cayera en una espiral de caos. Dijo: “La fortaleza del mercado laboral y una rápida caída del desempleo nos ayudaron a evitar las 'cicatrices del mercado laboral'”.
Esa frase, favorita entre los economistas, se refiere al daño a largo plazo causado cuando las personas permanecen desempleadas durante demasiado tiempo. Bajo las políticas de Biden, ese escenario no se cumplió.
Janet, economista laboral hasta la médula, siempre ha estado obsesionada con el empleo. Señaló que el enfoque de la administración en el empleo dio grandes frutos. La tasa de desempleo se desplomó rápidamente, lo que permitió a la gente volver a trabajar sin las cicatrices a largo plazo que podrían ripple la producción económica futura.
Ella tampoco estaba ciega a las críticas. Los críticos del Plan de Rescate Estadounidense lo han criticado por alimentar la inflación, pero Janet hizo caso omiso de eso, diciendo que los beneficios del plan eclipsaban sus inconvenientes. ¿Su argumento? La economía se recuperó más rápido, los trabajadores se mantuvieron comprometidos y los cimientos del mercado laboral se mantuvieron tron .
Pero no se trataba sólo de empleos. El plan fue diseñado para ayudar a los estadounidenses que estaban al borde del abismo, y Janet dejó en claro que dejarlos a su suerte no era una opción. La rápida recuperación, subrayó, demuestra lo importante que es actuar con decisión.
Janet no se ocupaba sólo de cuestiones domésticas. Su papel le exigía navegar por un campo minado absoluto de crisis internacionales. Desde las tensas relaciones comerciales con China hasta la invasión rusa de Ucrania, ella estuvo en el meollo de todo.
En cuanto a China, Janet se metió en un lío dejado por las guerras comerciales de Trump y otros dent , incluida una saga de globos espía que sólo añadió más leña al fuego. A pesar del caos, logró restablecer la comunicación con Beijing y calificó de “peligroso” dejar que los lazos con la segunda economía más grande del mundo se deterioren aún más.
"Obviamente, no estamos de acuerdo con China en muchos asuntos y tenemos nuestras quejas", dijo Janet, sin intentar endulzar la tensión. Sus esfuerzos incluyeron viajes de alto riesgo a China, donde logró algunos avances.
En un viaje, altos funcionarios chinos incluso le llevaron un libro que había escrito sobre la economía estadounidense para que lo firmara. Pero si bien la diplomacia ayudó a reabrir las líneas de comunicación, Janet no dejó de criticar los subsidios a la fabricación de China, que, según ella, perjudicaban a las empresas estadounidenses.
Luego estaba Rusia. Janet encabezó la iniciativa para imponer sanciones encabezadas por Estados Unidos después de que Rusia invadiera Ucrania. Estas sanciones afectaron duramente a Moscú, frenando los ingresos petroleros y congelando activos. Sin embargo, a pesar del alto costo financiero, las medidas no pudieron descarrilar por completo la economía de Rusia ni sus ambiciones militares.
Aún así, Janet vio valor en los esfuerzos multilaterales. Trabajó para incorporar aliados y dijo: “Hemos trabajado duro para reconstruir nuestras relaciones con nuestros aliados y perseguir objetivos en la mayor medida posible de forma conjunta”.
Un momento particularmente tenso se produjo cuando un ciberataque afectó a la sucursal estadounidense del banco más grande de China, Industrial & Commercial Bank of China Ltd. El ataque, trac a una banda criminal rusa, amenazó con perturbar los mercados financieros globales.
Janet actuó con rapidez y aseguró a los funcionarios chinos que Estados Unidos no estaba detrás de la crisis y que estaba trabajando para resolver la situación antes de que se saliera de control.
Biden no ha tenido reparos en enmarcar sus políticas como una desviación de las de su predecesor. Recientemente dijo que Estados Unidos era “más tron que hace cuatro años”, citando la estabilidad económica y la resiliencia después de lo que llamó “el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil”.
Janet comparte esos sentimientos y señala la importancia de las estrategias multilaterales para abordar los desafíos globales y nacionales. Sin embargo, admitió que los avances logrados bajo el gobierno de Biden podrían estar en riesgo si Trump gana otro mandato.
Trump ya ha prometido aumentar los aranceles a China y recortar el apoyo de Estados Unidos a Ucrania. La partida de Janet plantea dudas sobre lo que viene después. Su probable sucesor, Scott Bessent , ha expresado su apoyo a sus políticas, incluida su estrategia de “apuntalamiento de amigos”.
Este enfoque tiene como objetivo alinear las cadenas de suministro de Estados Unidos con las de sus aliados, creando una red económica y de seguridad tron fuerte. Bessent ha calificado su doctrina como “el discurso más importante de su distinguida carrera”.
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