Los recientes avances en la computación cuántica han aumentado las apuestas para el desarrollo de tokens criptográficos resistentes a los cuánticos. Las criptomonedas como Bitcoin y Ether, las pioneras de las monedas digitales, dependen de la criptografía de curva elíptica (ECC) para proteger las transacciones y los datos.
Si bien ECC actualmente es seguro contra las computadoras classic , se dice que es vulnerable al poder computacional de las máquinas cuánticas, y eso representa un gran riesgo para el mercado criptográfico en general.
Los desarrolladores de blockchain han tardado años en estudiar los peligros de la computación cuántica para las criptomonedas. ECC se basa en problemas matic complejos, como encontrar la clave privada a partir de una clave pública. Los piratas informáticos han considerado durante mucho tiempo que es casi imposible que las computadoras classic lo resuelvan en un período de tiempo razonable.
Sin embargo, la aparición de la computación cuántica podría cambiar esta narrativa. Los expertos en ciberseguridad creen que la solución a la vulnerabilidad de ECC es el desarrollo de tokens criptográficos resistentes a los cuánticos.
Las computadoras cuánticas, aprovechando algoritmos como el algoritmo de Shor , pueden resolver problemas criptográficos exponencialmente más rápido que los sistemas classic En teoría, una computadora cuántica suficientemente potente podría descifrar el cifrado ECC en una fracción del tiempo que tardan classic , lo que representa un riesgo de seguridad significativo.
Aunque los analistas creen que aún faltan años para que esta amenaza se haga realidad, su potencial es una preocupación creciente dentro de la comunidad de criptomonedas.
Para abordar esta creciente amenaza, los desarrolladores están incorporando una nueva generación de criptomonedas que incorporan algoritmos criptográficos poscuánticos. Estos tokens resistentes a lo cuántico incluyen criptografía basada en celosía, firmas basadas en hash, criptografía basada en código y cifrado polinómico multivariado.
Estas técnicas criptográficas están diseñadas para ser seguras contra ataques cuánticos y classic , evitando cualquier incidente de violación en las redes blockchain y las transacciones digitales.
Por ejemplo, el libro mayor resistente cuántico (QRL) emplea el esquema de firma Merkle extendido (XMSS), una firma basada en hash que permanece segura incluso en un entorno de computación cuántica. De manera similar, IOTA utiliza el esquema de firma única de Winternitz (WOTS), un método poscuántico que mejora la seguridad de su red basada en Tangle.
Aunque las computadoras cuánticas capaces de romper los estándares criptográficos existentes aún no se han desarrollado completamente, las investigaciones sugieren que la tecnología podría estar a nuestro alcance en la próxima década.
Según el Global Risk Institute (GRI), en los próximos 10 a 20 años podrían surgir computadoras cuánticas con el potencial de descifrar los métodos de cifrado actuales.
Los avances recientes, como el procesador cuántico Willow de Google que alcanzó un hito de 105 qubits, señalan el rápido progreso de la tecnología cuántica.
" Lo que tenemos aquí es una bomba de tiempo esperando a explotar, siempre y cuando alguien tenga la capacidad de desarrollar la piratería informática cuántica y decida usarla para atacar las criptomonedas ", dijo Arthur Herman del Instituto Hudson.
Un avance cuántico amenazaría tanto Bitcoin como a las finanzas tradicionales, ya que muchos sistemas bancarios dependen de la criptografía de clave pública. Sin embargo, los expertos advierten que Bitcoin podría ser un objetivo principal para los hackers cuánticos.
" Bitcoin será un objetivo implacable", señaló Skip Sanzeri, cofundador de la empresa de ciberseguridad cuántica QuSecure. “ Los bancos tienen regulaciones y defensas, pero bitcoin carece de protecciones. Si te lo roban, tus bitcoin no serán reembolsados. "
Para combatir las amenazas cuánticas, los desarrolladores de blockchain están adoptando técnicas criptográficas avanzadas. Entre ellos se incluye la criptografía basada en celosía, que aprovecha algoritmos como CRYSTALS-Kyber para proporcionar una tron seguridad y eficiencia.
Otro método es la criptografía basada en hash, que es eficaz a la hora de generar huellas dactilares únicas para las transacciones, como se ve en el libro mayor resistente cuántico (QRL) con XMSS.
Organizaciones como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de EE. UU. están trabajando en la estandarización de métodos criptográficos poscuánticos, sentando las bases para un futuro digital más seguro.
Estos esfuerzos, según los investigadores del instituto, garantizarán que los sistemas de criptomonedas sean capaces de resistir las ciberamenazas actuales y estén bien equipados para manejar los riesgos emergentes que plantea la computación cuántica.
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