Los mercados hicieron una pausa el miércoles, tratando de recuperarse del caos de la crisis del martes. Los bonos del Tesoro de Estados Unidos sufrieron un duro golpe, las acciones se desplomaron y las grandes empresas tecnológicas sufrieron una paliza, y el Nasdaq 100 registró su peor día en semanas.
Los futuros subieron ligeramente, insinuando cierta calma, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro se estabilizaron en todos los ámbitos. Incluso el dólar logró subir por segundo día consecutivo.
La gran reorganización se produjo después de que los operadores abandonaran sus expectativas de un de la Reserva Federal antes de la segunda mitad del año. Los nuevos datos económicos de Estados Unidos tampoco ayudaron, ya que pintaron un panorama confuso de inflación persistente, impulsada por una economía sorprendentemente resistente. Eso dejó a los mercados sacudidos, a los inversores en apuros y a la Reserva Federal nuevamente en el foco de atención.
En Europa, las cosas parecían mejor. El Stoxx 600 subió por segundo día consecutivo, impulsado por el optimismo de que 2025 podría ser un año excepcional para las acciones europeas. Los estrategas del Deutsche Bank liderados por Maximilian Uleer señalaron que las mejoras en las sorpresas económicas, el alivio de las tensiones políticas y un potencial estímulo chino son las razones para las perspectivas optimistas.
En Asia, la historia fue completamente diferente. Las acciones chinas cayeron en picada y el índice de referencia alcanzó su nivel más bajo desde septiembre.
¿El miedo? Más aranceles estadounidenses, lo que podría afectar a una economía ya inestable. Los inversores están pegados a los factores externos que dan forma a las perspectivas económicas de China.
Mientras tanto, las materias primas mostraron algo de vida. Los precios del petróleo subieron por segundo día, impulsados por una caída en los inventarios estadounidenses. Bitcoin , sin embargo, permaneció estancado por debajo de los 100.000 dólares después de caer ayer.
Esta semana pertenece a la Reserva Federal. A las 2:00 p. m., hora del este del miércoles, publicará las minutas de su última reunión, en la que los responsables de la formulación de políticas redujeron las tasas de interés en un 0,25% pero dejaron a todos atónitos con su agresivo “diagrama de puntos”. Esos puntos, que representan hacia dónde ven los funcionarios que se dirigen las tasas, indicaron que la Reserva Federal no está lista para flexibilizar sus políticas en el corto plazo.
Los datos recientes no hicieron más que reforzar esa opinión. Las ofertas de empleo de noviembre fueron superiores a lo esperado, mientras que el índice de precios de servicios ISM de diciembre subió al 64,4% desde el 58,2% del mes anterior. Se trata de un salto de más del 10% y la lectura más alta desde enero de 2024.
Los mercados de bonos no perdieron el tiempo en reaccionar. El rendimiento del Tesoro a 10 años se disparó hasta el 4,699%, su nivel más alto desde finales de abril. Al mismo tiempo, los operadores redujeron las probabilidades de un recorte de tipos en enero. Según la herramienta FedWatch de CME Group, las posibilidades de un recorte de 25 puntos básicos cayeron al 4,8% desde el 8,6% del día anterior.
Si pensaba que las actas de la Reserva Federal eran el único juego disponible, piénselo de nuevo. El resto de la semana estará repleto de datos económicos y eventos clave. La eurozona publica el IPP y las cifras de ventas minoristas. China baja sus lecturas del IPC y del IPP. Y Estados Unidos concluye con su importantísimo informe sobre empleo el viernes.
También está el funeral de estado del ex dent Jimmy Carter, que ha sido declarado feriado federal, y una serie de discursos de funcionarios de la Reserva Federal, incluidos Christopher Waller y Patrick Harker.
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