El director ejecutivo Ripple , Brad Garlinghouse, califica el 119º Congreso como el más pro-cripto de la historia, ofreciendo esperanzas de mejores regulaciones y apoyo a la innovación blockchain. Con los republicanos en control y se espera un nuevo liderazgo en la SEC, la industria de la criptografía anticipa un nuevo comienzo. Garlinghouse enfatiza la necesidad de que Estados Unidos actúe con decisión para mantener su ventaja global en criptomonedas.
Como el director ejecutivo Ripple Brad Garlinghouse , el 119º Congreso es ahora el Congreso estadounidense más pro-cripto de la historia, y los republicanos han vuelto a tomar el control después de seis largos años.
Después de todo, este momento marcó no solo la victoria de Mike Johnson como presidente de la Cámara nuevamente, sino también el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y la comunidad criptográfica siente que sus intereses estarán protegidos esta vez. Este podría ser un buen momento para una industria que ha enfrentado muchos desafíos bajo la administración Biden y la SEC.
En realidad, Ripple se encuentra en una demanda de cuatro años con la SEC. La SEC cree que el token XRP , emitido por Ripple , es un valor. Ripple afirma que puede alterar su situación con el nuevo Congreso.
Garlinghouse también explica cómo las cosas se están poniendo difíciles para los proyectos criptográficos. Además de esto, habla de las acciones coercitivas que harán que tantas empresas abandonen los Estados Unidos.
La industria de las criptomonedas ha realizado una inversión masiva en las elecciones de 2024, patrocinando a más de 200 legisladores pro-cripto a través de grupos de presión como Stand With Crypto.
El Congreso ahora incluye muchos miembros que apoyan la innovación y la protección de los inversores, con un defensor declarado, el representante French Hill. Ya ha anunciado que en la nueva sesión prestará atención a leyes como la Ley FIT21 y las reglas para las monedas estables para garantizar que la industria se gobierne con claridad.
Garlinghouse notó que ambas partes apoyan las criptomonedas, pero señaló que las reglas de la administración Biden habían hecho que muchas personas en la industria se sintieran no bienvenidas.
Criticó acciones como la “Operación Chokepoint 2.0”, que hizo que los bancos estuvieran menos dispuestos a trabajar con empresas de cifrado, creando más desafíos para las empresas en los Estados Unidos. Aún así, expresó su esperanza de que el nuevo Congreso ofrezca a la industria un nuevo comienzo y un mejor lugar para crecer.
El nuevo Congreso llegará en un momento en que China va a extender su tecnología a los mercados en desarrollo, lo que aumenta las posibilidades de ingresar a esos mercados.
Según Garlinghouse, Estados Unidos debe actuar con rapidez pero con inteligencia, no entablar una batalla. Dice que es necesario que haya políticas claras que puedan facilitar que Estados Unidos se mantenga a la cabeza del movimiento de las criptomonedas y blockchain.
Este es el comienzo de una nueva era en las criptomonedas. Con un nuevo Congreso y los cambios de personal esperados en la SEC, muchos esperan que Estados Unidos vuelva a tomar la delantera en criptoinnovación.
Es uno de esos momentos que brinda a alguien como Garlinghouse, así como a otros de sus contemporáneos, una oportunidad única para impulsar la claridad en las regulaciones, una mayor innovación y que Estados Unidos continúe a la vanguardia.
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