Las élites criptográficas llegaron a 2025 con las carteras abiertas y esperanzas aún mayores. Han inyectado 135 millones de dólares a la campaña del dent electo Donald Trump y a sus aliados en el Congreso.
¿Qué quieren a cambio? Una utopía criptográfica: no más demandas de la SEC, acceso irrestricto a la banca y, de postre, una brillante reserva Bitcoin en Estados Unidos.
¿Pero adivina qué? La realidad puede ser un poco menos glamorosa. Claro, Trump se autodenomina el “ dent ”, pero el ecosistema financiero global no está esperando a extender una alfombra roja para este sueño libertario. En cambio, Europa y Asia están avanzando en direcciones que podrían arruinar estos grandes planes.
En Europa, los reguladores han avanzado con sus planes regulatorios. El 30 de diciembre, entraron en vigor nuevas reglas que obligaron a las monedas estables como el USDT de Tether a mantener el 60% de sus reservas en cuentas bancarias tradicionales.
Según Paolo Ardoino, director ejecutivo de Tether, esto podría generar un "riesgo sistémico increíblemente grande". Pero aquí está la cuestión: no cumplir significa que las monedas estables como el USDT también podrían hacer las maletas porque los inversores europeos no las tocarán.
Mientras tanto, los bancos dan vueltas como buitres. Están listos para lanzar sus propios productos estilo moneda estable y cuentan con el respaldo regulatorio para hacerlo. Las acciones de la UE son una medida de poder para mantener las riendas financieras firmemente en manos de las instituciones tradicionales.
Asia está jugando un juego completamente diferente. China, como era de esperar, está a la cabeza. Olvídese de la descentralización; su visión de blockchain tiene que ver con el control. Están utilizando proyectos como mBridge para luchar contra el dominio del dólar estadounidense y los ideales de libertad financiera de Silicon Valley.
¿Qué es mBridge? Es un sistema de pago transfronterizo donde los bancos centrales pueden intercambiar sus monedas digitales, eliminando SWIFT y evitando el escrutinio de Estados Unidos. Es un desafío directo al sistema financiero estadounidense, liderado por una coalición que incluye a Tailandia, Hong Kong, Rusia y Arabia Saudita.
Las implicaciones son descabelladas. Actualmente, el dólar estadounidense facilita entre el 36% y el 40% de las transacciones globales, actuando como moneda “vehículo” entre otras. Si mBridge despega, esa demanda podría caer en picada, inclinando la balanza financiera.
Pero las ambiciones de Asia no se limitan a los pagos. La tokenización (el proceso blockchain de convertir activos en tokens negociables) se está convirtiendo en el próximo gran avance. Citigroup dice que podría ser un mercado de 4 billones de dólares para 2030, y Asia quiere la mayor parte.
Hong Kong está tokenizando todo, desde bonos verdes hasta estaciones de carga de vehículos eléctricos, mientras que Singapur está reescribiendo los servicios financieros con trac inteligentes. Curiosamente, las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) están empezando a perder su brillo.
Una encuesta de 2024 realizada por el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras muestra que solo el 13% de los bancos centrales ven las CBDC como el futuro de los pagos transfronterizos, frente al 31% del año anterior.
Beijing se apresuró a lanzar su yuan digital, el e-CNY, después de que Facebook anunciara su desafortunado proyecto Libra en 2019. Pero ninguno de los proyectos cumplió la revolución que prometieron. Ni siquiera Trump está interesado en un dólar digital estadounidense y, a nivel mundial, el entusiasmo por las CBDC se está enfriando.
En Estados Unidos, los entusiastas de las criptomonedas cuentan con que Trump cumpla sus promesas de campaña. Quieren órdenes ejecutivas y las quieren rápido. Las demandas son ambiciosas y los conocedores dicen que al menos una orden ejecutiva debería aprobarse ya el 20 de enero, el primer día de Trump en el cargo.
El equipo de Trump ya ha hecho historia como el más pro-cripto de todos los tiempos. Paul Atkins, su elección para presidente de la SEC, tiene fama de ser favorable a la industria. Mientras tanto, David Sacks, el nuevo “zar criptográfico” de la Casa Blanca, tiene profundas raíces en Silicon Valley y un trac de impulso a la innovación.
Esta configuración parece un soplo de aire fresco después de la represión de Biden, pero no nos adelantemos. Incluso si Trump emite órdenes ejecutivas, el sistema financiero global no cambiará de la noche a la mañana.
El yuan digital de China aún podría desafiar al dólar en sectores clave como el comercio de petróleo. Los bancos centrales occidentales, por otro lado, están considerando los tokens de depósito: dinero basado en cadenas de bloques vinculado a los bancos tradicionales. A diferencia de las monedas estables, estos tokens no requerirán reservas 1:1, sino que dependerán del seguro de depósitos para mantener la dent de los usuarios.