Por primera vez desde su lanzamiento, Telegram está obteniendo ganancias. Pavel Durov, el esquivo fundador y director ejecutivo de la aplicación, anunció en X que la plataforma de mensajería ha pagado una "parte significativa" de su enorme deuda de 2.000 millones de dólares.
Telegram, que alguna vez fue un misterio en la industria por su incapacidad para generar ingresos, ahora cuenta con más de mil millones de dólares en ingresos para 2024 y tiene 500 millones de dólares en reservas cash , sin siquiera contar sus tenencias de criptomonedas. Esta victoria financiera coloca a Telegram en una nueva liga. La aplicación cuenta ahora con más de 900 millones de usuarios activos en todo el mundo.
Sin embargo, el nuevo estado financiero de Telegram no significa que se haya calmado la situación. Los fiscales franceses acusaron a Pavel a principios de este año, acusándolo de permitir delitos en su plataforma, incluida la distribución de material de abuso sexual infantil.
Las acusaciones obligaron a Pavel a permanecer en Francia durante la investigación, un giro sorprendente para un hombre que hizo de la libertad su marca. "Estamos haciendo que Telegram sea tron fuerte, financiera y técnicamente", dijo Pavel en su publicación, dejando de lado sus problemas legales.
Pero sus problemas se están acumulando rápidamente. Los gobiernos de todo el mundo han acusado a Telegram de ser un foco de actividades ilegales y desinformación. En Moldavia, las autoridades dicen que Telegram fue la columna vertebral de un plan respaldado por Rusia para desestabilizar el país.
En España, las teorías de conspiración sobre inundaciones mortales se difundieron sin control, afirmando falsamente que la tormenta fue diseñada para arruinar las cosechas. Más de 150 personas murieron, pero en Telegram, la verdadera tragedia quedó sepultada bajo titulares falsos.
En Estados Unidos, la situación es igualmente caótica. Los grupos supremacistas blancos han convertido a Telegram en su centro de reclutamiento, haciéndose pasar por “clubes de lucha exclusivos para hombres” mientras difunden conspiraciones racistas.
Grupos e investigadores de derechos civiles dicen que estos extremistas están prosperando porque Telegram no filtra ni promociona contenido como Facebook o TikTok. En cambio, los usuarios publican libremente contenido de un canal a otro, creando un efecto dominó de desinformación.
No se trata sólo de contenido. El cifrado (o la falta de él) se ha convertido en un punto conflictivo. A diferencia de WhatsApp o Signal, que ofrecen cifrado de extremo a extremo por defecto, Telegram sólo protege los mensajes en “chats secretos”. ¿Charlas regulares? No tanto.
El protocolo de cifrado de Telegram también es propietario, lo que significa que los expertos en seguridad ni siquiera pueden verificar si funciona como se anuncia.
La flexibilidad de Telegram es a la vez su fortaleza y su talón de Aquiles. A diferencia de las plataformas que seleccionan contenido en función de la actividad del usuario, Telegram mantiene las cosas abiertas. ¿Quieres promover tu manifiesto de extrema derecha? Ningún problema. ¿Propaganda prorrusa? También hay un canal para eso.
Según se informa, los agentes de inteligencia rusos han utilizado la plataforma para reclutar delincuentes para misiones de sabotaje en toda Europa. Mientras tanto, el dent Volodymyr Zelenskyy y los ucranianos comunes y corrientes confían en Telegram para compartir actualizaciones sobre la guerra.
La aplicación también se ha convertido en una opción para los teóricos de la conspiración. Los partidarios de Trump se ven atraídos hacia espacios políticos más extremos a través de canales interconectados.
Las fuerzas del orden no lo están teniendo fácil con Telegram. A diferencia de Meta, que es propietaria de Facebook y WhatsApp y está sujeta a las leyes estadounidenses, Telegram opera desde Dubai, muy fuera del alcance de la mayoría de los gobiernos.
En 2018, el Kremlin intentó prohibir la aplicación por completo, pero fracasó estrepitosamente y levantó la prohibición dos años después. Rusia afirmó que Pavel había aceptado luchar contra el extremismo en la plataforma, pero la realidad sigue siendo turbia.
El caso judicial francés contra Pavel ha desencadenado algunos cambios de política. Telegram ahora cumple con las solicitudes legales de direcciones IP y números de teléfono de los usuarios, un gran cambio con respecto a su negativa anterior a cooperar con las autoridades. La empresa también utiliza moderadores y herramientas de inteligencia artificial para dent y ocultar contenido matic .
Los esfuerzos de monetización de Telegram comenzaron en 2020, cuando Pavel anunció planes para poner fin a la racha de ingresos cero de la plataforma. Telegram Premium, lanzado en 2022, cobra a los usuarios por descargas más rápidas, cargas de archivos más grandes y otras ventajas.
La plataforma también introdujo un modelo de reparto de ingresos publicitarios para los creadores de contenido, que les permite quedarse con el 50% de las ganancias de los anuncios mostrados en sus canales. Incluso con estas nuevas fuentes de ingresos, gran parte de la financiación de Telegram proviene directamente de los fundadores.
La historia del origen de Telegram es tan intrigante como su presente. Pavel y su hermano Nikolai lanzaron la aplicación después de abandonar Rusia en 2014. Su proyecto anterior, VKontakte, la red social más grande de Rusia, había sido blanco de multimillonarios vinculados al Kremlin.
Nikolai desarrolló los sistemas de transferencia de datos de Telegram, mientras Pavel invirtió sus recursos en convertirlo en una alternativa a los gigantes de Silicon Valley.
Mientras tanto, Telegram ha duplicado su apuesta por las criptomonedas, convirtiéndolas en una parte central de su ecosistema. Y está dando grandes frutos. La historia criptográfica de la aplicación comenzó con una explosión: Telegram Open Network (TON).
En 2018, Pavel Durov quería crear una cadena de bloques que pudiera manejar transacciones más rápido que cualquier otra cosa que existiera. Era ambicioso, tal vez demasiado ambicioso, porque la SEC de EE.UU. tomó medidas duras y cerró la ICO de 1.700 millones de dólares del proyecto.
Avance rápido hasta 2024, y las criptomonedas son una máquina de hacer dinero para Telegram. La compañía ganó más de $353 millones de dólares con transacciones criptográficas solo este año.
Y sus tenencias de criptomonedas han aumentado a 1.300 millones de dólares, frente a los 400 millones de dólares del año pasado. Acuerdos como el de Toncoin, donde Telegram obtuvo 225 millones de dólares por derechos publicitarios exclusivos, muestran cuán central es la criptografía para su estrategia.
Las funciones criptográficas de Telegram también están impulsando la adopción, especialmente en regiones como África, donde los jóvenes están recurriendo a las criptomonedas para escapar de sistemas financieros fallidos. La aplicación se ha convertido en el lugar de referencia para comprar, vender y hablar sobre criptomonedas.
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