Bitcoin cayó bruscamente por primera vez en cuatro días cuando los mercados reaccionaron a la última decisión sobre tasas de la Reserva Federal. La criptomoneda principal cayó hasta un 5,3%, cayendo a 100.752 dólares después de superar brevemente los 108.000 dólares a principios de esta semana en un repunte sin precedentes.
Los operadores, asustados por el ritmo de flexibilización más lento de lo esperado, retiraron sus apuestas especulativas, afectando a Bitcoin y otros activos de mayor riesgo.
Elrecorte de un cuarto de punto de la Reserva Federal el miércoles era ampliamente esperado, pero su pronóstico dejó fríos a los mercados. Los funcionarios proyectaron que la tasa de referencia caería a 3,75-4% en 2025, por debajo de una predicción anterior de una reducción total de puntos porcentuales.
Morgan Stanley describió la perspectiva actualizada como "mucho más dura de lo que anticipábamos". Este enfoque cauteloso sugiere que la Reserva Federal está dando prioridad al control de la inflación sobre los estímulos agresivos.
El presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, admitió que la decisión de diciembre fue una “decisión más reñida” que las anteriores. Dijo que la inflación se estaba moviendo "lateralmente", mientras que los riesgos para el mercado laboral habían "disminuido". Estos comentarios indicaron que el banco central podría adoptar un ritmo más moderado de flexibilización en el futuro.
El cambio de política provocó conmociones en los mercados globales. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense subieron, y el bono a dos años (estrechamente vinculado a la política de la Reserva Federal) subió 0,08 puntos porcentuales hasta el 4,33%.
El dólar se fortaleció un 1% frente a una cesta de monedas importantes, mientras que el S&P 500 de Wall Street cayó un 1%. Los activos de riesgo, incluido Bitcoin , fueron los más afectados por esta recalibración.
Los recortes de tasas de la Reserva Federal se han enmarcado como parte de una “recalibración” más amplia de la política monetaria destinada a frenar la inflación. Los funcionarios elevaron su estimación de la tasa neutral (una que no estimula ni limita la economía) al 3%, frente al 2,5% de hace un año.
Los pronósticos revisados mostraron que la Reserva Federal espera que la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, alcance el 2,5% en 2025 y el 2,2% en 2026. Estas cifras son ligeramente más altas que las proyecciones anteriores. Mientras tanto, se espera que la tasa de desempleo se mantenga estable en el 4,3% durante los próximos tres años.
Los mercados ya estaban nerviosos tras la decisión de septiembre, en la que la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, discrepó, marcando la primera oposición interna a un recorte de tipos desde 2005. La medida de diciembre, aunque esperada, se produjo en medio de un continuo debate entre los funcionarios sobre la trayectoria de la inflación.
El indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, el índice de precios de los gastos de consumo personal básico, aumentó a una tasa anual del 2,8% en octubre.
Powell describió esta fase como un “nuevo proceso” en el enfoque de la Reserva Federal y explicó que futuros recortes de tipos requerirían un listón más alto para su aprobación. El objetivo de la Reserva Federal sigue siendo claro: llevar la inflación de nuevo al 2% sin descarrilar el mercado laboral ni la economía en general.
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