A días de que el Congreso concluya su sesión, el senador de Texas Ted Cruz está haciendo un esfuerzo de último minuto para aprobar un proyecto de ley que criminaliza la pornografía de venganza generada por IA.
La propuesta, S.4569, apunta a los deepfakes, la tecnología cada vez más popular que superpone el rostro de una persona a imágenes o vídeos pornográficos sin su consentimiento. Si se aprueba, el proyecto de ley requeriría que los sitios web y las plataformas de redes sociales eliminen el contenido dentro de las 48 horas posteriores a la notificación de la víctima.
El proyecto de ley también es bipartidista, copatrocinado por la senadora demócrata Amy Klobuchar, y fue aprobado por unanimidad en el Senado el 3 de diciembre. Ahora, todos los ojos están puestos en la Cámara, donde a los legisladores les quedan solo unos días para aprobar el proyecto de ley complementario, HR 8989.
En una conferencia de prensa el 11 de diciembre, Cruz dijo: “Toda víctima debería tener derecho a decir: 'Ese soy yo'. Esa es mi imagen y no tienes mi permiso para tirar esta basura ahí afuera”.
Elliston Berry, una chica de 15 años cuya imagen alterada por la IA se extendió como la pólvora por Snapchat, compartió su pesadilla en el evento de prensa .
“Esa mañana me desperté, fue uno de los peores sentimientos que jamás haya sentido”, dijo, describiendo cómo la imagen falsa circuló durante nueve meses antes de que la oficina de Cruz interviniera para eliminarla. Los innumerables esfuerzos de su familia para conseguir que las plataformas actuaran habían fracasado.
La historia de Berry no es única y ese es el problema. La pornografía deepfake se ha disparado, dejando a las víctimas luchando por recuperar su privacidad mientras las empresas de tecnología se ponen al día.
Para la madre de Berry, llegar a la oficina de Cruz fue un punto de inflexión. Fue necesaria la intervención directa de un senador estadounidense para conseguir que una plataforma social importante retirara el contenido. Para la mayoría de las víctimas, ese tipo de acceso no es una opción.
Los gigantes tecnológicos Google, Meta, Microsoft y TikTok respaldan la legislación de Cruz. Esto puede parecer sorprendente, pero la realidad es que están bajo una presión cada vez mayor para dar un paso al frente. Los críticos han criticado durante mucho tiempo a las plataformas por demorarse en eliminar contenido deepfake. El proyecto de Cruz los obliga: 48 horas, sin excusas.
El senador Klobuchar destacó la necesidad de actuar ahora. "Este trabajo trata de construir un futuro, de asumir los desafíos del nuevo entorno en el que vivimos y no simplemente fingir que ya no sucede".
La IA ha hecho que la creación de deepfakes sea inquietantemente simple. Las herramientas que antes requerían habilidades y recursos avanzados ahora están disponibles para cualquier persona con una computadora portátil y acceso a Internet. No es coincidencia que el 98% de todo el contenido deepfake online sea pornográfico.
Las cifras son impactantes. Este año, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) detectó 4.700 casos de material de abuso sexual infantil (CSAM) generado por IA.
La tecnología también alimenta los rincones más oscuros de Internet. En un caso reciente en Wisconsin, se arrestó a un hombre de 42 años por crear y distribuir miles de imágenes explícitas de menores con IA. Otro caso involucró a un psiquiatra infantil condenado a 40 años por utilizar IA para generar imágenes alteradas de niños reales.
La pornografía deepfake no se limita a los menores. Las celebridades, las personas influyentes y la gente común están siendo atacadas a un ritmo alarmante. Cualquiera que tenga una imagen pública (o incluso una cuenta en las redes sociales) puede convertirse en víctima. Sin leyes federales vigentes, las víctimas tienen pocos recursos.
La IA es cada vez más inteligente. Si los legisladores no actúan ahora, el daño sólo se profundizará. Los legisladores lo saben claramente. Y también las víctimas. Ahora depende del Congreso decidir si contraatacar o dejar que la crisis de los deepfake continúe sin control.
Consiga un trabajo Web3 bien remunerado en 90 días: la hoja de ruta definitiva