OpenAI y Meta se están asociando para entrenar sistemas de inteligencia artificial en idiomas africanos. Este proyecto, que incluye al gigante francés de las telecomunicaciones Orange SA, tiene como objetivo solucionar una brecha importante en la IA. África, un continente con más de 2.000 idiomas, ha sido en gran medida ignorada en la formación en IA.
El proyecto se lanzará el próximo año y se centrará inicialmente en dos lenguas de África occidental: el wolof y el pulaar. En conjunto, más de 22 millones de personas hablan estos idiomas, pero los modelos actuales de IA no logran comprenderlos.
El objetivo de Orange es ampliar sus herramientas de comunicación en África y Oriente Medio, donde opera en 18 mercados. Pero no se trata sólo de servicio al cliente. La primera fase utilizará centros de datos en Europa y África y sistemas de nube pública para entrenar la IA. Aún así, la empresa no ha aclarado de dónde obtendrá los datos de formación.
Steve Jarrett, director de inteligencia artificial de Orange, dijo que el proyecto apenas está comenzando con Wolof y Pulaar. Para el próximo año, planean entrenar modelos de inteligencia artificial para otros idiomas subsaharianos como el lingala, el suajili y el bambara. Estos lenguajes son vitales para millones de personas, pero apenas existen en los conjuntos de datos de IA.
Según Jarrett, esta iniciativa es un paso para hacer que la IA sea accesible para todos, incluso para las poblaciones analfabetas o excluidas de los avances digitales.
OpenAI le dará a Orange acceso temprano a sus modelos. Esto permite a Orange desarrollar herramientas basadas en inteligencia artificial, como interacciones de voz para el servicio al cliente. También se encargarán del procesamiento y alojamiento de datos desde centros de datos europeos.
Los modelos funcionarán como código abierto y gratuitos para usos no comerciales, como servicios de salud y educación. ¿El objetivo más amplio? Implementar soluciones de IA personalizadas para los 18 países de África Occidental donde Orange tiene operaciones.
Por contexto, el wolof se habla en Senegal, Gambia y el sur de Mauritania. Pulaar se utiliza principalmente en Senegal. Juntos, estos idiomas representan una población importante que los sistemas de IA convencionales a menudo pasan por alto.
Esto es un gran problema para empresas como Orange, que operan en áreas donde dominan los idiomas locales pero son completamente invisibles para herramientas como GPT de OpenAI o Llama de Meta.
Este esfuerzo aprovecha el creciente concepto de “IA soberana”. La idea es simple pero poderosa: las regiones y los países quieren controlar la infraestructura tecnológica central que impulsa la IA.
Al localizar el almacenamiento y procesamiento de datos, se aseguran de que sus idiomas, culturas e historias no se borren. Para África, que a menudo ha sido marginada del desarrollo tecnológico global, esta es una oportunidad de poner su diversidad lingüística en el mapa.
El papel de Orange aquí es estratégico. La empresa planea localizar el procesamiento de datos alojando los modelos de OpenAI en centros europeos.
Esta asociación también brinda a Orange acceso temprano a los últimos avances en inteligencia artificial, que planean utilizar para aplicaciones como sistemas de atención al cliente por voz.
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