Su terrible experiencia se detuvo repentinamente en el tribunal el miércoles cuando el abogado que representaba a la Comisión de Delitos Económicos y Financieros de Nigeria (EFCC) anunció la decisión del gobierno de retirar los cargos. La jueza Emeka Nwite, que supervisó el caso, aceptó la retirada, poniendo fin a la larga saga.