Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, apuesta por una caída de la inflación estadounidense a medida que finaliza el tercer trimestre, lo que le ofrece la tranquilidad necesaria para seguir adelante con los recortes de tipos previstos.
Los datos apuntan a que el índice de precios al consumo (IPC) aumentó sólo un 0,1% en septiembre, el salto más pequeño en tres meses. En comparación con hace un año, es probable que el IPC haya aumentado un 2,3%, el ritmo más lento desde principios de 2021.
Estas cifras son una señal clave para Powell y su equipo mientras intentan lograr un equilibrio entre el control de la inflación y la protección del mercado laboral.
Excluyendo los precios volátiles de los alimentos y la energía, se espera que el IPC subyacente, que ofrece una imagen más clara de las tendencias subyacentes de los precios, haya aumentado un 0,2% desde agosto y un 3,2% desde el año pasado.
Powell tiene el ojo puesto en estas cifras, y sugieren un recorte de tipos de un cuarto de punto cuando la Reserva Federal se reúna nuevamente a principios de noviembre.
Además de las noticias sobre inflación, el informe de empleo de septiembre fue más tron de lo esperado, y eso está complicando la toma de decisiones de Powell.
Si bien la inflación se está calmando, el crecimiento del empleo está elevando las presiones salariales. Por lo general, un mercado laboral tron significa que la inflación podría volver a aumentar. Pero por ahora, Powell ve algo de espacio para respirar.
También se espera que el índice de precios al productor (IPP), que trac cuánto pagan las empresas por los bienes, muestre un crecimiento más lento cuando se publique este viernes.
Un IPP más bajo significa que las empresas no se ven tan afectadas por los aumentos de precios, lo que podría ayudar a aliviar aún más la inflación.
Los funcionarios de la Reserva Federal tienen por delante una semana ocupada, con personas como Neel Kashkari y Lorie Logan listas para hablar.
La Reserva Federal también publicará este miércoles las actas de su reunión de septiembre, lo que nos dará más información sobre su forma de pensar.
El viernes trae aún más datos con el índice de confianza del consumidor de octubre de la Universidad de Michigan. Es otra pieza clave del rompecabezas para Powell.
Un consumidor dent podría significar un mayor gasto y una presión al alza sobre los precios, pero un consumidor cauteloso podría ayudar a mantener baja la inflación.
Otros bancos centrales importantes de todo el mundo también están avanzando con recortes de tipos. En Asia, se espera que tanto el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda como el Banco de Corea reduzcan las tasas esta semana.
Se prevé que el banco central de Nueva Zelanda recorte medio punto porcentual a medida que la debilidad del mercado laboral les obligue a actuar.
Mientras tanto, es probable que el Banco de Corea baje las tasas en un cuarto de punto después de ver que la inflación se desaceleró hasta alcanzar su tasa más baja en tres años.
En otros lugares, el Banco de la Reserva de la India parece contento con mantener las tasas estables por el momento, aunque algunos economistas esperan un recorte de un cuarto de punto en la tasa de recompra para fin de año.
Y en Kazajstán, el banco central hará un llamamiento para reanudar su campaña de reducción de tipos el viernes.
En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) publicará las actas de su reunión de septiembre, donde se espera que los funcionarios indiquen un recorte de tasas en el futuro cercano.
La manufactura en toda la región se ha visto afectada, especialmente en Alemania, donde los pedidos de fábrica y la producción industrial se han desplomado.
El gobierno de Francia también enfrenta desafíos presupuestarios, que podrían afectar las previsiones económicas.
En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra ha abierto la puerta a recortes de tipos más agresivos tras las recientes declaraciones del gobernador Andrew Bailey.
Los datos del PIB de agosto del país, que se publicarán el viernes, mostrarán cómo se está desempeñando la economía.
Para Estados Unidos, los economistas de Bloomberg esperan que la inflación subyacente PCE, que excluye alimentos y energía, haya crecido a un ritmo consistente con el objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Anna Wong y sus colegas creen que un IPC “moderado” en septiembre, combinado con una lectura básica “más sólida”, significa que la inflación va en la dirección correcta.
En su opinión, es poco probable que el informe del IPC afecte la confianza de la Reserva Federal en que la inflación se está enfriando para siempre.