El precio del Oro (XAU/USD) cotiza con un sesgo positivo por cuarto día consecutivo el viernes y actualmente se sitúa justo por debajo de un máximo de casi cuatro semanas alcanzado el día anterior. La incertidumbre en torno a los aranceles propuestos por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, junto con los riesgos geopolíticos, sigue pesando en el sentimiento de los inversores y apuntala el lingote de refugio seguro. Además, las expectativas de que las políticas expansivas de Trump impulsarán la inflación resultan ser otro factor que beneficia el estatus del metal precioso como cobertura contra el aumento de los precios.
Dicho esto, las perspectivas de recortes de tasas de interés más lentos por parte de la Reserva Federal (Fed) siguen apoyando los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y ayudan al Dólar estadounidense (USD) a mantenerse estable cerca de un máximo de dos años. Esto, a su vez, podría actuar como un viento en contra para el precio del Oro sin rendimiento y limitar cualquier ganancia adicional. Los operadores también parecen reacios y optan por esperar la publicación del informe de Nóminas No Agrícolas (NFP) de EE.UU. más tarde durante la sesión estadounidense. No obstante, el par XAU/USD sigue en camino de registrar ganancias por segunda semana consecutiva.
Desde una perspectiva técnica, la ruptura de esta semana a través de la resistencia horizontal de 2.665$ se vio como un nuevo desencadenante para los operadores alcistas. Dado que los osciladores en el gráfico diario acaban de comenzar a ganar tracción positiva, el precio del Oro parece estar listo para subir aún más hasta el obstáculo intermedio de 2.681$-2.683$ y luego apuntar a recuperar la marca de 2.700$.
Por otro lado, las caídas hacia el mínimo de la noche, alrededor del área de 2.655$, podrían verse como una oportunidad de compra. Esto es seguido por el soporte cerca de la región de 2.635$ y el mínimo semanal, alrededor de la zona de 2.615$-2.614$ tocada el lunes, y la confluencia de 2.600$. Esta última comprende la media móvil exponencial (EMA) de 100 días y una línea de tendencia ascendente a corto plazo que se extiende desde el mínimo mensual de noviembre, que si se rompe decisivamente cambiará el sesgo a favor de los operadores bajistas.
El Oro ha desempeñado un papel fundamental en la historia de la humanidad, ya que se ha utilizado ampliamente como depósito de valor y medio de intercambio. En la actualidad, aparte de su brillo y su uso para joyería, el metal precioso se considera un activo refugio, lo que significa que se considera una buena inversión en tiempos turbulentos. El Oro también se considera una cobertura contra la inflación y la depreciación de las divisas, ya que no depende de ningún emisor o gobierno concreto.
Los bancos centrales son los mayores tenedores de Oro. En su objetivo de respaldar sus divisas en tiempos turbulentos, los bancos centrales tienden a diversificar sus reservas y a comprar Oro para mejorar la percepción de fortaleza de la economía y de la divisa. Unas reservas de Oro elevadas pueden ser una fuente de confianza para la solvencia de un país. Los bancos centrales añadieron 1.136 toneladas de Oro por valor de unos 70.000 millones de dólares a sus reservas en 2022, según datos del Consejo Mundial del Oro. Se trata de la mayor compra anual desde que existen registros. Los bancos centrales de economías emergentes como China, India y Turquía están aumentando rápidamente sus reservas de Oro.
El Oro tiene una correlación inversa con el Dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de EE.UU., que son los principales activos de reserva y refugio. Cuando el Dólar se deprecia, el precio del Oro tiende a subir, lo que permite a los inversores y a los bancos centrales diversificar sus activos en tiempos turbulentos. El Oro también está inversamente correlacionado con los activos de riesgo. Un repunte en el mercado bursátil tiende a debilitar el precio del Oro, mientras que las ventas masivas en los mercados de mayor riesgo tienden a favorecer al metal precioso.
El precio del Oro puede moverse debido a una amplia gama de factores. La inestabilidad geopolítica o el temor a una recesión profunda pueden hacer que el precio del Oro suba rápidamente debido a su condición de activo refugio. Como activo sin rendimiento, el precio del Oro tiende a subir cuando bajan los tipos de interés, mientras que el encarecimiento del dinero suele lastrar al metal amarillo. Aun así, la mayoría de los movimientos dependen de cómo se comporte el Dólar estadounidense (USD), ya que el activo se cotiza en dólares (XAU/USD). Un Dólar fuerte tiende a mantener controlado el precio del Oro, mientras que un Dólar más débil probablemente empuje al alza los precios del Oro.