En la sesión del martes, el par XAU/USD mostró una trayectoria bajista significativa, cotizando cerca de 2.025$. Este movimiento a la baja se atribuye principalmente al fortalecimiento del Dólar y al aumento de los rendimientos en Estados Unidos. Con la economía de EE.UU. mostrándose resistente, los metales preciosos como el Oro (XAU) están siendo testigos de la presión a la baja, pero mientras las apuestas moderadas en la Reserva Federal (Fed) sigan siendo altas, el lado negativo es limitado.
La Reserva Federal observa de cerca la inflación subyacente, que repuntó inesperadamente en diciembre. Además, también vigilan el mercado laboral, que mostró cifras sólidas en el último mes de 2023, con una aceleración de la creación de empleo y de las ganancias y un descenso del desempleo. Aunque los responsables de la Fed mantienen un tono cauteloso, ya que un recalentamiento de la economía puede amenazar su lucha contra la inflación, los mercados confían en que el ciclo de flexibilización comience en marzo, y esas apuestas moderadas pueden limitar las caídas del metal. Por el momento, la herramienta FedWatch de CME sugiere que las probabilidades de recortes en marzo y mayo son altas, superiores al 50%.
Actualmente, los rendimientos del Tesoro estadounidense están al alza. El rendimiento a 2 años opera en 4.20%, el rendimiento a 5 años en 3.90%, y el rendimiento a 10 años en 4%. El aumento de los rendimientos atrajo la atención hacia el Dólar estadounidense, ya que tiende a atraer a los inversores extranjeros.
Los indicadores en el gráfico diario sugieren un panorama mixto para los metales. El índice de fuerza relativa (RSI) muestra una trayectoria bajista y actualmente se encuentra en territorio negativo. Esta situación suele indicar un fuerte impulso vendedor. Al mismo tiempo, la divergencia de convergencia de media móvil (MACD) muestra barras rojas en aumento. Esto apunta a un escenario en el que la presión vendedora se refuerza progresivamente, lo que añade más peso a la tendencia bajista en la dinámica a corto plazo.
Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, el metal sigue en un contexto alcista, ya que se mantiene por encima de las medias móviles simples (SMA) de 100 y 200 días. Esto revela que, si bien los vendedores intentan hacerse con el control a corto plazo, el impulso de compra general sigue siendo sólido y mantiene un soporte frente a una reversión completa de la tendencia.
En resumen, aunque las fluctuaciones del día a día parezcan apuntar a una continuación bajista, el sentimiento bajista puede considerarse ruido temporal dentro de una tendencia alcista más amplia.