El par AUD/JPY extiende su declive por segunda sesión consecutiva, rondando 90.40 durante las horas de negociación europeas del lunes. El Yen japonés (JPY) continúa fortaleciéndose, apoyado por las crecientes expectativas de que el Banco de Japón (BoJ) persistirá con sus aumentos de tasas de interés.
El gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, declaró recientemente que las tasas de interés reales de Japón siguen siendo muy bajas e indicó que el banco central podría continuar aumentando las tasas si las condiciones económicas y de precios evolucionan como se proyecta. Su sentimiento fue respaldado por la miembro de la junta del BoJ, Junko Nagakawa, reforzando las expectativas del mercado de un mayor endurecimiento.
Mientras tanto, el sentimiento de riesgo sigue siendo frágil en medio de las preocupaciones sobre la fluctuante postura del presidente estadounidense Donald Trump respecto a los aranceles. El último movimiento de la Casa Blanca para imponer aranceles a los buques chinos que atracan en puertos estadounidenses ha elevado los temores de interrupciones en el transporte marítimo global, aumentando la demanda de activos tradicionales de refugio seguro como el Yen.
No obstante, las pérdidas en el cruce AUD/JPY pueden ser limitadas ya que el Dólar australiano (AUD) encuentra soporte tras la decisión del Banco Popular de China (PBoC) de mantener sus Tasas Preferenciales de Préstamos, manteniendo la tasa a un año en 3.10% y la de cinco años en 3.60%.
El Dólar australiano también obtuvo fuerza de las preocupaciones del mercado sobre el impacto económico más amplio de los aranceles estadounidenses. Además, el sentimiento mejoró tras el anuncio de Trump sobre exenciones para productos tecnológicos clave, muchos de los cuales se fabrican en China, el mayor socio comercial de Australia y un importante comprador de sus exportaciones de materias primas.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.